¿Introducción?¿Cuántos días habían pasado? No sólo días, semanas, que se sentían como años. No se le permitía el tener interacción con nadie más que no fuera el sheriff, ni siquiera eran conversaciones normales, más bien se resumian en el sapo preguntándole si ya había comido y la respuesta la mayoría de las veces era un "no", porque si, la reina se negaba a alimentarlo muy seguido, esto para dejarlo totalmente débil y sin ninguna posibilidad de escapar.
Lloraba, y vaya que lo hacia mucho, incluso parecía parte de su rutina el que pasara mínimo tres veces por día, pero claro, esto también lo mataba lentamente debido a la falta de agua en su cuerpo.
En el presente, se encontraba de rodillas en el frío y duro piso de piedra, sus manos aferradas a los barrotes de la celda, en su rostro se notaba palidez junto a unas enormes ojeras, la mirada la tenía completamente perdida en un jarrón roto que estaba por ahí. Comenzó a escuchar pasos acercase hacia donde estaba, pero poco o nada le podía importar. Enfrente de el, se puso lo que parecía ser una figura humanoide, traía puesto una túnica completamente negra y un verdugo, impidiéndole el ver de quien se trataba. Lo sentía, esos serian sus últimos momentos para poder respirar y quizás llorar.
-Por favor, te lo ruego, solo termina con mi maldito infierno- hilos de agua comenzaban a salir de sus cansados ojos.
La figura se acerco hacia la puerta de la celda, logró abrir la puerta sin mucho esfuerzo, dando pequeños y calmados pasos hasta quedar justo al lado de Bittergiggle, quien volteo a verlo, su rostro expresaba confusión.
-Ven conmigo si quieres vivir- el "verdugo" extendió su mano al bufón, este seguía con la misma expresión, aunque tanta era su desesperación, que terminó tomando la mano del contrario, más sin embargo, cuando se levantó, sus piernas le temblaron, aferrándose al contrario para no caerse, este ni siquiera tuvo una reacción a eso. -Calmate, yo te sacaré de esto- acaricio la cabeza del bufón, pues había comenzado a sollozar nuevamente. -Pero hay que darnos prisa, antes de que ellos se den cuenta.
El "verdugo" cargó a Bittergiggle, para posteriormente salir corriendo de ahí. Ya todo eso había quedado atrás...Algo nuevo acaba de empezar.
- ¿¡Cómo qué no está?!
- Llegamos a su celda, y ya no se encontraba ahí.
- ¡Es imposible que haya podido llegar tan lejos, encuentra lo, y de ser necesario, avisa a todo el reino!
- Cómo órdene, su majestad...Perdóname, Bittergiggle.Quizás mañana haya un reescrito de esta parte. Me vale que tenga más historias por actualizar, yo hago lo que me da la gana.
Y si, estos personajes son para esta historia.
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[La profecía dice...] Garten of Banban IV
FanfictionLa reina había decidido ejecutar al bufón de su corte, debido a una profecía donde ella sería destronada por él. Lo que la reina Bouncelia no sabía, es que no puedes evitar algo que está destinado a pasar... "Afortunadamente" alguien llego para salv...