CAPÍTULO 6
LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO.
Habían pasado algunos días desde aquella vez en que martirizaron con cosquillas a cuatro de las esclavas más hermosas del reino. Gura no había parado de llorar desde aquella noche. Aunque hubiera parecido que lloraba por el trauma vivido, lo que la hacía llorar era la decepción que el príncipe Sora la hizo sentir.
Ella, tan tonta e ingenua, había creído que el reino caería en buenas manos. Que por fin aquel castillo, apodado castillo del silencio, sería un lugar alegre donde todos pudieran sentirse libres. Pero ver el monstruo que era el chico le hizo comprender que su reinado sería igual o peor que el de su padre. Por tal razón había decidido huir a buscar la tan soñada libertad.
Bajo el manto más sombrío de la noche, aguardó el momento propicio para deslizarse entre las sombras hacia la ansiada libertad. Dada su naturaleza curiosa, la joven había explorado prácticamente todos los rincones del castillo y conocía una ventana en un sótano olvidado del palacio. En aquel rincón, las barras estaban tan corroídas que apenas requerirían un empujón. Gura estaba consciente de que nadie solía transitar por aquel lugar, mucho menos durante la noche. Llegada la hora planeada, la joven de cabellos blancos se deslizó cautelosamente por los rincones en busca de la ansiada libertad. Durante su furtiva travesía nocturna, creyó percibir una discusión resonando en uno de los pasillos menos frecuentados del palacio.
-¡¡ERES UNA ESTÚPIDA!!! ¿QUÉ TE HAS CREÍDO AL HACERME SUFRIR TODO AQUELLO?- Gritaba airada una voz de mujer. Luego el violento sonido de una bofetada.
-Y-yo solo hice lo que me ordenaste Suisei. Sabía que a él le iba a gustar.- La otra voz le contestaba casi sollozando.
Gura escuchó aquel nombre conocido. ¿Suisei? ¿La consejera de guerra del castillo? ¿Con quién hablaba? ¿De quién era la otra voz?.... Si, debía ser. Sonaba tan impotente ahora, pero en aquella sala donde le hicieron sufrir fue esa misma voz la de una cruel torturadora.
¿Era Suisei hablando con Hakos Baelz? No, no podía ser ¿Y si así era? No, aquello no le importaba, debía escapar de aquel castillo. ¿Pero qué eran aquellas conspiraciones? ¿Sora estaba a salvo? ...La curiosidad de Gura fue insoportable. Una parte quería salir huyendo, pero otra le obligaba a quedarse.
-PERO ESO NO TE DABA DERECHO A HUMILLARME DE ESA MANERA!!! ¡¡¡DEBERÍA MATARTE AHORA!!!! SI NO FUERA PORQUE SÉ QUE SORA TE ESCOGERÁ COMO REINA TE DESPELLEJARÍA VIVA. VIVAAAAAAAAAAA!!!!- Suisei no parecía ella. La forma en que gritaba como una maniática le hacía dudar si era la peliazul realmente. Se acercó a la fuente de las voces hasta lograr observar las sombras de las dos mujeres reflejadas en el muro.
No había duda. Era Suisei, su voz, su silueta, pero no su actitud.
-Haré lo que tu me digas Suisei. Has sido buena conmigo, me has dado la oportunidad de besar al hombre que siempre he amado desde las sombras. Él era tan solo un amor imposible hasta que me ayudaste, pero por favor, no me lastimes...- Rogaba Hakos a Suisei.
Gura se aventuró a asomarse por el borde de la pared. Para su horror vio a Suisei totalmente transformada. La peliazul, estaba lamió viciosamente el cuchillo que llevaba al tiempo que sus ojos insanos observaban a la asustada Hakos con una sonrisa asesina.
Ver aquello provocó en Gura que diera un grito ahogado. Aquel sonido no pasó desapercibido para Suisei que en un rápido movimiento se puso frente a la chica helada por el miedo que las había estado espiando.
-Gura, oh. Si es el verdadero amor del príncipe. Por poco y me estropeas el plan- Dijo Suisei agarrándose a la espía por la blusa. Notó el bolso improvisado que ella llevaba con varias prendas de vestir.
-¿Te escapas? ¿tienes el corazón roto por tantas cosquillas que te hizo tu amor imposible?- Le preguntó divertida al ver a la chica de cabello blanco aterrada.
-Tu y yo.... Tenemos mucho de qué hablar- Le susurró al oído con una cruel malevolencia en el tono de su voz.
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El Harem de las cosquillas (+18)
RomanceEl joven príncipe Sora oculta una extraña pasión por las cosquillas que desea confesar a alguien, pronto tendrá a su disposición 4 bellas esclavas de entre las cuales deberá escoger a una esposa a quien poder compartir sus aficiones, pero... ¿su dec...