¿Que pasaría si un joven amante de la estrategia, gestión de recursos y supervivencia va a otro mundo ambientado en la edad media dónde los castillos se alzan y las espadas chocan?
Pues de eso trata esta historia, Arthur, un joven muy inteligente y...
Era de noche, el invierno apenas iba acabando dándole la bienvenida a la primavera, todavía había rastros de nieve en algunas partes lo que hacía que el ambiente aún fuera algo gélido.
Dentro de un bosque se encontraba un joven de cabellera platinada y ojos celestes como el cielo, frente a él había una fogata, lo único que evitaba que su cuerpo se congelara.
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Su nombre era Arthur Morgan, a simple vista parecía un chico normal pero la verdad es que viene de otro mundo.
—Creo que necesitaré más palos... —Pensó mirando la pequeña fogata.
No sabía cómo ni porqué estaba en este mundo, lo que si sabía era que murió de un ataque al corazón mientras hacía un directo jugando un juego de estrategia.
Cuando despertó supo no solo que estaba en otro mundo sino que tenía otro cuerpo, antes de que cayera la noche hizo una fogata y se resguardó cerca de un árbol.
En los recuerdos de su yo de este mundo, se dió cuenta de que estaba en un mundo medieval pero no recordaba el nombre de su yo en este mundo ni porqué estaba en un bosque, todo lo que sabía era una cosa.
—Sistema, abre misiones. —Pensó.
[Misiones]
[Nueva vida, Nuevo hogar: construye una base y recluta tus primeros súbditos]
[Recompensa: Construcción básica, agricultura básica, minería básica]
Había obtenido un sistema de gestión completo, similar a un videojuego donde te permitían ver hasta la calidad del terreno.
(PD: Rimworld, Kenshi y creo que hasta Life Is Feudal. Juegos así)
Según el sistema, Arthur tenía una alta capacidad estratégica lo que llevó a qué el sistema lo tomara como su anfitrión, la única condición era que Arthur debía ser rey.
¿Cuál es el problema? Que estaba solo y sin nada en un bosque desconocido. Lo bueno era que contaba con un mapa en el sistema por lo que estaba bien orientado.
Arthur tampoco sabía cuántos otros reinos habían o que tan cerca estaba de la civilización. Aunque estaba en un bosque, cerca de él había una gran montaña y no muy lejos el mar. El terreno actual era muy bueno para vivir.
El sistema le aconsejó enormemente iniciar su propio reino aquí y por supuesto, Arthur lo consideró una gran idea.
...
Al día siguiente, por la mañana, Arthur se sintió más vivo que nunca, frente a él literalmente había un mundo de cosas por hacer pero lo primero que hizo fue asegurar su supervivencia.
Usando el conocimiento de supervivencia que tenía de otro mundo, se dirigió a un río que estaba no muy lejos y se dispuso a fabricar un hacha de piedra usando las rocas del río y madera.
