1: Promesa

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Y aquí vamos de nuevo, solo una última vez y dejaré este mundo por fin.

— Puedo saber cuánto tiempo más tengo que seguir en este lugar — Dije de mala gana

Hasta hace unos días solo era un ex mercenario retirado, uno de los más jóvenes y prometedores de todos, pero ahora estoy aquí, en una academia en el medio de un bosque, en la cual no ganaré un solo peso, pero el merecía esto.

— Como llegaste a este lugar — pregunto un hombre muy molesto

Parecía que estaban preocupados por mi presencia en este lugar, no solo ellos dos, fuera de esta oficina habían guardias muy bien armando.

— No te dirá nada, yo trate de hacerlo hablar hace horas y no a dicho nada — Dijo la mujer muy molesta

— Nunca preguntaste nada, si solo querías saber eso, lo hubieras dicho antes — Dije confundido

Que estúpida, solo necesitaba preguntar.

— Adónde crees que vaz — Grito al tomarme del hombro

— Solo quiero fumar, estoy cansado — Dije al salir al balcón

Enserio este era un lugar hermoso, y está oficina tenía una gran vista hacia el bosque congelado.

— Todo comenzó hace 3 meses en México, pera se exacto Ciudad Juárez Chihuahua, cruze todos los estados unidos buscando información, no conseguí nada confiable, pero eso me mandó a Tokio la capital de Japón, un buen lugar, no me recibieron bien, los Yakuza no son muy amigables, pero me dieron información, seguí hacia el mar, si les soy sincero no se a donde iba, pero llegué a una pequeña isla después de tres días, ahí encontré unas ruinas que me mandaron a Italia, de Italia, Rusia, reino Unido, la India, África, México una vez más y de ahí aquí — Dije sin muchas ganas — Podemos hablar a solas directora, supongo que ya sabe quién soy Hellen — agregue

— Salga de la oficina profesor Tom — Ordenó Hellen sin pensar — Y tú eres — Pregunto al estar a solas

— John Ford — Menti

— Como sabe mi nombre joven Ford — pregunto Hellen muy preocupada

— Estos viejos muros hablan, también se que estás teniendo una reunión con el supervisor — Respondí con arrogancia

Eso fue sencillo, paso 1, reconocimiento, paso 2, información, dos sencillos pasos.

Además que encontré al supervisor muerto en el bosque hace dos días.

— Fuiste tú — pregunto molesta — El era mi amigos — Grito con odio

— Si yo fuera tú no lo haría — Dije al apuntar mi pistola hacia su cabeza — Y no, pero se que no se rindió hasta el final, puedo llevarte a su cadáver si eso deseás — agregue al bajar mi arma

Sabía lo que se sentía perder a alguien querido, eso me llevo a cumplir misiones solo. Y hacer esto.

— Quien eres y que haces aquí — pregunto más tranquila

— Un simple humano que solo quiere regresar a su vida tranquila — Respondí

— Enserio piensas que creería eso cariño — Dijo entre risas

— No, pero tenía que intentarlo — Dije entre risas — Pero si es verdad que quiero volver a mi vida tranquila — Agregue más tranquilo

— Lo sé, para ser un humano eres muy sincero — Susurro a mi odio — Y no digas más que eres humano — agrego

Que pasaría si alguien más sabe que soy humano.

— Eytan estaría feliz de saber que un humano fue tan increíble como el y más aún sabiendo que llegó ileso a este lugar — Susurro Hellen muy feliz

Enserio abuelo, llegaste herido a este lugar, tu, la única persona que fue capas de ganarme.

— Si no te importa el supervisor tiene que marcharce de este lugar — Dije feliz

Estaba feliz por dos cosas, una por qué me iría y otra por qué alguien que conoció al abuelo estaba aquí y eso probaba que el no mentía y nunca lo dude.

— Claro, que no — Dijo sin pensas — No sé quién eres, y aún que digas la verdad no puedo permitir que te marches, que pasaría si regresas con más como tú — agrego preocupada

— Nunca lo haría —  Dije muy rápido

— Aún que digas la verdad, no existe garantía que otros te encuentren y te obliguen a decirles nuestra ubicación — Dijo muy rápido — Existen dos razón para que ellos te ayudarán, uno, por miedo y dos, por información, y viendo tu cuerpo, solo sería por información, no me lo tomes a mal pero eres delgado y rápido, si tal vez tengas un cuerpo algo musculoso no sería suficiente para llegar a este lugar con tu fuerza, y si viste el cuerpo de Clar, quiere decir que estuviste escapando de las creaturas del bosque todo este tiempo, eres débil — Agrego algo apenada

— Enserio que me gustaría — Dije mientras me quitaba la camisa — Por lo que veo tu reconocerias una herida por tortura o batalla — agregue sin ganas

Mi cuerpo tenía demasiadas cicatrices y cada una de ellas era por peleas.

— Está es la razón por lo que todos cooperaron — Dije sin ganas

— Igual no puedes irte — afirmó

— Hellen, si yo quiero puedo cruzar ese bosque y salir de aquí, pero mi pregunta es, que estás dispuesta a perder tu — Dije molesto — Recuerda, yo no tengo nada que perder si brinco desde este balcón — Agregue

— Daría mi vida si es necesario — Dijo sin pensar

— Y que esperas que haga, que finja ser un supervisor hasta que tú confíes en mí y entiendas que nunca le aria daño a este lugar — comenté molesto

— Arias eso — Pregunto con esperanza

— La verdad no, solo te estaba ilusionando — Respondí entre risas

— Vamos Ford, será divertido para ti, y te pagaré con oro, te daré todo el oro que puedas llevar contigo cuando te marches y todo lo que necesites aquí — propuso con esperanza

Eso sí era una buena propuesta, aún que se que al final no aceptaré el oro.

— Está bien Hellen, en mi estadía en tu academia solo pediré poco, comida, una habitación alejada de todos y cigarrillos — Dije resignado

— Tienes suerte, hay una cabaña fuera de la academia, aún que tendrías que limpiar y reparar una cuantas cosas, tiene un par de años de no ser usada — Dijo muy feliz

Esa cabaña será perfecta para mí, Bestia estará cómodo ahí, al igual que yo.

— Me llevarías ahí — Dije sin ganas

— Vamos — Dijo mientras buscaba algo en su escritorio — Ponte esto — ordenó al lanzarme una pulsera

— Déjame adivinar, si escapó esto me traerá de vuelva — Dije entre risas

— No, mientras más lejos estés de mi, más débil te volverás — Dijo algo preocupada

— Enserio — Dije entre risas — Que consume un 5 o 10% de mi energía, eso no sería nada — agregue con arrogancia mientras sujetaba la pulsera a mi muñeca

— Si que eres extraño Ford — susurro — Pero eso no es malo — Agrego muy rápido

— Nos vamos — Dije al salir de la oficina

— Puedo preguntar algo — dijo Hellen muy confundida

— Claro — Dije sin pensar

— Porque alguien que quiere una vida tranquila cruzó medio mundo para llegar a este lugar — pregunto muy confundida — Y también si se podría saber que sucedió con tu cuerpo — agrego algo apenada

— Hice una promesa y busco a un viejo amigo — Respondí

— Amigo, no sé si lo notaste corazón pero amigos es lo único que no tienes este lugar — Dijo Hellen entre risas

— Cuando lo veas ni tú lo creerás — Dije entre risas — Y sobre mis heridas te lo contaré todo cuando me marche — Agregue

Recuerdos del alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora