Alicia.
Daba vueltas y vueltas en la cama intentando estar cómoda, no podía conciliar el sueño, no me sentía agusto.
Joel y yo tuvimos relaciones por primera vez y la experiencia no fue para nada placentera ni grata, él simplemente se durmió en cuanto estuvo satisfecho y yo no he podido dormir desde ese momento.
Por alguna razón no hubo dolor en la penetración pero más sin embargo no fue como lo esperaba.
Y no podía creer como Joel haya quedado satisfecho con eso, ni siquiera articulamos ninguna palabra y hubo muy poco contacto visual, me sentí como tanto para nada.
Me quedé mirando al techo unos segundos, era más de media noche, Joel ya hacía dormido de lado dándome la espalda y yo suspiré, justo en la noche de bodas me llega la sensación de querer recordar algo de mi vida antes del accidente pero por más que hago un esfuerzo no logro conseguirlo.
Así que después de tantos intentos por recordar y tantos por conciliar el sueño, sentí que mis ojos comenzaban a pesar y los fui cerrando lentamente.
(...)
Me encontraba en una especie de bosque muy lindo con un lago a lo lejos y detrás de mí una cabaña, parecía que estaba sola, hasta que sentí unas manos rodear mi cintura y una barbilla posicionándose en mi hombro.
-¿Te gusta el lugar mi vida?-La voz de Erick me relajó y sonreí al sentirlo cerca y la sensación de paz me inundo-
-Me encanta-Respondí-Aquí nos vamos a despejar de la ciudad un momento y estar tranquilos-
Estaba a punto de caer la noche y el frío comenzaba a hacerse presente, así que Erick tomó mi mano y entramos a la cabaña que era solo para nosotros.
Era un lugar muy acogedor, tenía una sala con chimenea, una habitación, un baño con una de esas bañeras antiguas y la cocina con el comedor agregado a ello un estilo muy rustico a mi parecer.
-Tal vez no sea el mejor preparando café pero puedo hacer un intento por ti, ¿Quieres uno?-Erick ofreció una vez dentro de la casa-
-Si estaría muy bien para este frio y unos muffins de arándano-Dije sonriente mientras me recostaba en uno de los mullidos sofás de la sala principal-
-Lo que desee mi reina-Dijo Erick para luego adentrarse en la cocina y prepara esta pequeña merienda-
No había señal para los celulares aquí y otro tipo de dispositivos electrónicos tampoco, así que comencé a hojear un libro de los que se encontraban ahí para matar el tiempo en lo que Erick regresaba conmigo.
Pero no fue tan necesario ya que en minutos Erick regresó con una bandeja de muffins de arándano y dos tazas de café.
Todo lo colocó sobre la mesa de centro y para hacerlo más divertido, nos sentamos en la alfombra con nuestras piernas dobladas.
-Listo mi vida, prueba el café y dime qué tal sabe, por favor-Dijo Erick-
-Claro que si-Tomé una taza y soplé un poco para disminuir el calor y poder tomarlo-
Le había quedado demasiado cargado pero con un poco más de azúcar seguro quedaría bien.
-Creo que te pasaste un poco de café pero le pondré más azúcar-Reímos y mientras él probaba el suyo y hacía gestos de desagrado yo lo endulcé un poco más y de nuevo le di un sorbo-Si así sabe mejor-
Erick imitó mi acción y luego comenzamos a comernos los muffins también.
La velada era de lo más agradable, estas vacaciones con Erick a solas eran lo máximo, eran momentos que valían oro puro y no quisiera dispersar esta paz nunca.
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Nunca Te Olvidaré |E.B.C.|
FanfictionErick Brian Colón, un chico al cual la vida lo premió encontrando a su amor verdadero, pero una gran tragedia los separó, una tragedia que sin saberlo cambiaría por completo su vida de felicidad a lado de Alicia Bottle. La envidia y el odio son pala...