Dirty Red Feathers - Lawlu

Capítulo 4: Purpurina fugaz

"Bien, así que había un tipo."

"Sí."

"Y parecía rico, ¿verdad? Como un doctor o algo así."

"Ajá."

"Así que lo adulé un poco, y ya estaba un poco flojo por el alcohol."

"Claro."

"Y... le pedí ir a bailar".

El otro hombre hace una pausa, mirando a Luffy. "¿Estaba bueno?"

Luffy levanta las manos, haciendo un sonido de frustración. "¡Sí, pero esa no es la cuestión, Barty!".

Bartolomeo se echa hacia atrás en su silla mientras mira a Luffy. "Vale, ¿a dónde vamos a parar?"

El pelinegro lanza una mirada desesperada a su compañero de habitación, como si esperara que él rellenara los espacios en blanco. Cuando Bartolomeo no responde, Luffy baja la cara y se la pone entre las manos.

"...-besé".

El peliverde se inclina hacia él y se lleva una mano a la oreja. "¿Ah? Repite eso"

Luffy levanta la vista, con las mejillas sonrojadas. "Le besé, ¿vale?".

Barty parpadea un par de veces, asimilando la noticia, antes de estallar en carcajadas. "Oh, ¿un beso? Qué demonios, ¡no es para tanto! Ni que fuera el fin del mundo".

El joven le lanza una mirada sucia, y la risa de Barty se apaga. Luffy suspira desde lo alto de su cama gemela. "Técnicamente, se supone que no debo hacerlo", comienza, dándose la vuelta para tumbarse boca arriba mientras relata la noche anterior. "La madre de la casa me regañó por ello cuando lo vio en la cámara de seguridad. Es por razones sanitarias, ya que siempre estoy rodeado de mucha gente. Y también para no entablar relaciones demasiado complicadas con los clientes".

Barty frunce el ceño. "¿Por qué no?"

Luffy gesticula vagamente con las manos para explicárselo. "Porque son clientes, duh. ¿No es raro tener una relación en el trabajo? Es algo así, supongo. La dirección quiere evitar todo ese lío".

"Ya veo", responde Barty. Apoya los codos en su escritorio, sumido en sus pensamientos.

Luffy se vuelve hacia él, notando su expresión. "¿En qué estás pensando?"

"En nada, sólo pienso en lo bonito que sería que tuvieras una relación. Has estado estresado desde que te conozco. Siento que sería un buen cambio de ritmo".

La cara del hombre de pelo negro se endurece. "Sabes que no tengo tiempo para una".

Barty le sonríe suavemente, espantando el aire oscuro que rodea a Luffy. "Lo sé, lo sé, estás ocupado ganando dinero para tu hermano. Pero date un respiro de vez en cuando, Luffy".

Luffy calla ante eso, reprobando. Cuando volvió de su turno en Amazon Lily ese mismo día, el dormitorio estaba vacío, y se desmayó en su cama a los pocos segundos de que su cabeza golpeara la almohada. Horas más tarde, se despertó con los suaves sonidos de Barty estudiando, recién salido de un sueño sobre el error que había cometido la noche anterior.

Sabía que el hombre se reiría de él.

La universidad sólo llevaba en marcha un par de semanas, pero Barty y él se llevaban como viejos amigos. Para ser compañeros de cuarto, estaban muy unidos. Barty era todo oídos para él cada vez que volvía a su dormitorio a despotricar, siempre animándole y ofreciéndole consejo cuando lo necesitaba. Luffy siempre disfrutaba de su compañía, aunque el hombre fuera demasiado positivo.

"Gracias, Barty", cede, sentándose en la cama. Procede a bajar y se dirige a su escritorio, a los pies de la cama.

La sonrisa del hombre de pelo verde se ensancha, y le da a su compañero de cuarto dos pulgares hacia arriba. "¡Por supuesto!"