NO SOY PARA TI - FREENBECKY [ Editando]

Uuu...uuu

En el jardin de la casa de los Armstrong.

Becky llevaba casi una hora viendo jugar a su novia con sus dos hijas desde una de las reposeras que rodeaba la piscina.

-Dios mío, no se cansan nunca- murmuró la castaña para sí misma.

Si bien disfrutaba con la risa de sus tres mujeres preferidas, le era imposible evitar que su cuerpo deseara a Freen con tanta ferocidad, su cuerpo hervía y no era precisamente por el sol. Becky no sabía si era por sus hormonas o por qué diablos, pero necesitaba a Freen ahora mismo. No aguantaba más y lo más probable es que le quedara poco tiempo para que la casa se volviera a llenar de gente de nuevo. Miró su reloj y decidió tomar cartas en el asunto.

- ¡Hora de la siesta! - anunció y se levantó de la reposera para tomar dos toallas e ir a recibir a sus hijas.

- ¡Nooooooooooo! - Freen y Nabi se quejaron. En un descuido y por la recepción de la mala noticia, la pequeña soltó a Song y la pequeñita se hundió de inmediato hasta que latatuadora la rescató a los segundos.

-¡NOOO! ¡LLENA! ¡GRRRR! -Song reaccionó más tarde en cuanto su cabeza salió a la superficie. Escupiendo un poco de agua y con una enorme sonrisa que demostraba que para nada le molestaba hundirse en el agua y lo aguantaba bastante bien, protestó el fin de la diversión. Al parecer, la niña se había quedado fascinada con la gigante ballena inflable.

Becky miró a las dos pequeñas y a la castaña con una ceja levantada. De inmediato llevó sus manos a su cintura para resaltar su punto con su postura.

-¡Yo puedo hacel eso! anunció -Nabi desde el agua, mostrándole a las dos pequeñas como movía sus cejas igual que Becky.

-Hacer, Nabi- la corrigió Becky- Hacerrrr-resaltó.
Song y Freen fruncieron el ceño de forma tan idéntica que Becky no pudo evitar soltar un bufido. Ambas pequeñas querían levantar una sola ceja, pero siempre fracasaban. Nabi miró de inmediato a Becky y el aire de superioridad de la castaña la hizo reír de nuevo. Becky estaba segura de que iba a perder esta batalla.

-No pueden hacerlo -se burló la niña, levantando su ceja. -¿Las viste, mamá? No pueden hacerlo- se rio un poco más.

-Por supuesto que no, cariño, solo nosotras podemos- agregó malvadamente.

Nabi miró a las dos pequeñas. -¡Las castañas al poder! -salpicó agua desde su ballena hacia las otras dos.

Freen protegió a Song con su propio cuerpo.- Song aguanta la respiración -dijo Freen, protegiéndola del agua que salpicaba Nabi.

Becky volvió a soltar una carcajada cuando vio como los cachetes de la niña se inflaban para retener el aire como Freen le había enseñado.

Segundos después la tatuadora y la niña desaparecieron debajo del agua y Becky pudo ver como su novia llevaba por debajo del agua a Song rumbo a la ballena inflable. Alguien iba a pagar sus aires de superioridad con un buen chapuzón. Nabi terminó en el agua en lo que las otras dos tardaron en voltearla.

La castaña agitó su cabeza, parecía que iba a estar una hora más bajo el sol y para esa altura la casa ya se iba a llenar de vuelta; se iba a tener que resignar. Suspiró y miró a su pequeña. La travesía debajo del agua había hecho que los bóxers de Freen se bajaran un poco y eso permitió a que Becky pudiera ver un poco del trasero de su chica. La castaña pudo distinguir perfectamente dos colores de piel como consecuencia del sol y eso le hizo llegar a su mente los recuerdos de la primera noche que pasaron juntas. Freen se había quedado impresionada con sus colores. Becky no podía esperar a ver la reacción de la pequeña esta vez.

-¡Hora de la siesta! -repitió. No podía esperar, lo había decidido.

-¡NO! -otra vez se quejaron y esta vez todas al mismo tiempo.