EVANGELINA
Ya ha pasado una semana desde que comencé a entrenar con Agust, se la ha pasado dándome ordenes, poniéndome enteramientos extenuantes, no me deja ni a sol ni a sombra, cuando no estamos entrenando, estoy en la compañía, siento que no he descansado nada. Tengo más tensión sexual que nunca, unos celos que ya forman parte de mi cuerpo, y unas ganas de exterminar al mundo por completo.
Me enerva ver como las trabajadoras y la estúpida de la que dice ser su prometida pululan cerca de él todo el tiempo y él no les dice nada, simplemente les da esa sonrisa que puede hacer que te mojes las bragas al instante.
Agust no me deja tocarlo, cada vez que intento acercarme a él, besarlo, si quiera darle una manoseada, no me lo permite, me está castigando según él. Estoy cansada, hastiada y obstinada de todo esto.
Debo decir que por lo menos aquí donde Travix no he vuelto a recibir notas amenazantes, y tampoco me ha llegado ningún tipo de mensaje.
-¡Eva! – La voz de Travix me saca de mis pensamientos - ¡ven a desayunar!
No puedo negar que a pesar de todo lo malo, la vida me ha recompensado con alguien como Travix, es como si fuera mi hermano mayor, me ha ayudado mucho, además que se encargó de poner un sistema de seguridad en mi apartamento, es un excelente chico y no sé cómo es amigo del animal de Agust.
-¡Eva! – Vuelve a gritarme.
-Ya voy... - Le grito.
Lo siento alejarse de la cocina y me dispongo a salir de mi habitación, hoy es fin de semana, no quise hacerme ningún pendiente porque estoy planeando algo. Me he escondido toda la semana de Richard, siempre le saco excusas para no salir con él. No quiero que Agust se enoje, si ya de por sí, no me deja ni acercarme a menos de que estemos entrenando, me imagino que, si salgo a alguna cita con Richard, me corta la cabeza.
Me coloco una bata y me dispongo a salir. Le pedí a Travix que me dejara el apartamento solo para mi esta noche, me dio un poco de pena, porque es como si lo estuviera sacando de su propia casa, pero aun no quiero regresar a la mía, sigo estando nerviosa.
Camino restregándome los ojos, y al llegar a la cocina - ¡Santo cristo! Por las chanclas de Moisés – Intento taparme los ojos, pero me he quedado inmóvil.
-Pero... Travix – Mis manos se van a la boca – Travix... ¿Qué es todo eso?
No puedo ni modular una sola palabra ¡Dios, mío! ¿De dónde sacan a estos jóvenes de ahora? ¿Qué les dan?
-¡Tapate los ojos! – Chilla Travix - ¡Eva! Los ojos... - vuelve a chillar – La boca no ¡Los ojos!
-¡L-lo siento! – Llevo las manos a mis ojos, pero abro los dedos para seguir viendo.
A estos chicos cuando hicieron la repartición de polla, hicieron la fila varias veces.
-¡No mires! – Grita él – Me van a cortar la polla...
Intenta tomar la toalla que se la cayó, pero está tan nervioso que no es capaz y yo no puedo dejar de mirarlo.
Yo en esta abstinencia y tú me pones semejante filete enfrente ¡Dios, no tienes compasión de mí!
-¡No me mires! – Vuelve a gritar.
-Lo siento – Suelto una carcajada – Pero tienes un paquete grande ¿Cómo pretendes que no mire?
-Pues... ahora voy a quedar sin mi paquete – Camina rápido hacia su habitación – No me mires el culo ¡Eva! Tambien me lo van a cortar.
-¿De qué hablas? – Lo sigo, mientras me sigo riendo.
-¿De qué hablo? – Se gira con la cara roja - ¿Has visto como es el animal que te merodea? ¿Has visto lo salvaje que es? – Sube las manos dramáticamente – Me va a cortar la polla porque me la viste ¡Me la viste!
Yo no paro de reír de ver el drama que está haciendo.
-Nadie le va a decir – Le digo, para tratar de tranquilizarlo.
-¿Nadie le va a decir? – Grita cerrando la puerta – Ese hijo de puta tiene ojos en todos lados ¡Dios, mi polla! ¡Me voy a quedar sin polla! Por tu culpa.
Me alejo de su puerta, dejándolo con su drama. No puedo parar de reír - ¿De dónde sacaran a estos chicos - ¿De vergolandia? ¡Vaya!
Después de todo el revuelo que hubo por la casi perdida de polla de Travix, estoy sola en el apartamento. No fue capaz de mirarme a la cara, sin que se le pusiera roja y decir que por mi culpa ya no iba a poder darle placer a todas sus mujeres.
Decidí no hacerle caso y me puse manos a la obra. Pedí comida, porque tengo que ser realista, soy pésima cocinando y no quiero intoxicar a Agust, quizás a otras personas sí, pero a él no.
Me doy un buen baño, me hago un lavado vaginal con agua de rosas, me seco el cabello, me maquillo y me coloco un vestido negro corto, de mangas largas con un gran escote en mis senos, tiene una pequeña abertura en una de mis piernas, me recojo en una cola alta el cabello, zapatos alto, me echo casi todo el perfume encima y me dispongo a esperarlo.
Hoy te follo Agust...
Con ese pensamiento me siento a esperarlo a que llegue, tengo todo planeado para esta noche, Travix le diría que venga a casa, ya que como no quiere que me quede sola, por las noches, le toca cuidarme a él. Porque Travix tiene algo que hacer.
Hoy dejamos los largos días de abstinencias.
Hoy seremos folladas.
Hago un bailecito, hoy me entierran la polla.
Golpean la puerta, me doy una última vista en el espejo y me dispongo abrir. Me acerco y abro la puerta.
Mi boca queda abierta - ¡Santo cielo! - Y este chocorramito que me encontré ¿De quién es?
Está con unos vaqueros negros, una camisa blanca que tiene enrollada hasta los codos, tiene unos botones abiertos, el cabello como usualmente lo usa, despeinado que le da ese toque coqueto, unos zapatos deportivos y huele... huele exquisito.
-¡Hola, estrella! – Me dice con una sonrisa coqueta.
No puedo ni formular palabra.
-¿Nos quedamos aquí afuera o entramos? – Me dice.
-Yo quiero que me entres otra cosa – Digo hipnotizada.
-¿Qué? – Lo veo arquear una ceja.
Aclaro mi garganta y trago en seco.
-Que puedes seguir.
¡Dios! Contrólate Evangelina. El que muestra el hambre no come.
Esta noche va a ser larga y espero que los polvos tambien.
BUENASSSS
CAPITULO NUEVO.
ES PARA QUE SE RIAN ANTES DE LAS TORMENTAS QUE SE AVECINAN.
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DIARIO DE UNA NINFOMANA (En edición)
RomanceEvangelina, es una mujer marcada por una sed insaciable, se adentra en un juego peligroso de encuentros y desencuentros. Cuando cree haber encontrado a su alma gemela en un hombre tan oscuro y apasionado como ella, se sumerge en una relación intensa...