Capítulo 29. Caléndulas

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Asth partió hacia Ashkaly, mientras que Ana se marchó a su escuela, a quien ya sólo le faltaba dos meses para graduarse. El Daemon no dejaba de contar los días, pues cuando dieran las tres semanas, sin importar lo que fuera, él se marcharía a ver a la humana. Sin embargo su viaje se aplazó.

- Asth ¿estás bien? – El Daemon abrió los ojos y lo primero que vio fue a Damian con cara de preocupación - ¡Ya despertó! – Gritó Damian y otros más se acercaron a él. Asth apartó a todos y se incorporó

- ¿Qué pasa? – Asth se tocó la cabeza debido a un fuerte dolor

- Creímos que nunca despertarías, durante la misión tuviste un percance y terminaste cayendo de una gran altura – Respondió Aylin

- ¿Hace cuánto fue eso? – Nadie respondió, no entendían a qué quería llegar - ¡¿Desde hace cuánto estaba inconsciente?! – gritó alterado

- Hace dos semanas fue el accidente, estábamos por irnos cuando sucedió

Exactamente hace un mes había visto por última vez a Ana, y él le prometió que volvería a las tres semanas sin importar lo que pase, le juró que regresaría. Asth se sintió muy culpable, había roto una promesa, él no quería que la humana lo odiara o que no volviera a confiar en su palabra, así que al primer momento que pudo salir del sanatorio tomó "prestada" una daga, ya que la de él se la habían quitado hace mucho, y fue al plano humano.

Antes de ir a la casa de Ana fue al mercado más cercano para comprar un par de crisantemos, la flor favorita de la humana. Asth pensaba que si Ana se enfadaba con él, dándole las flores se pondría feliz.

- A su novia le van a gustar las flores, téngalo por seguro – mencionó la vendedora

- Es solo una buen amiga – respondió mientras esperaba su cambio. Sin embargo una de las flores exhibidas le llamó la atención - ¿Cómo se llama esa flor?

- Ah esas son caléndulas, también son muy bonitas pero

- Tomaré una, ya no me dé el cambio – Asth no dejó terminar a la vendedora, tomó la flor y la puso entre los crisantemos. "A Ana le encantará esta flor, es de su color preferido" pensó mientras salía de la florería

El Daemon emocionado y un poco nervioso comenzó a acercarse a la casa de la humana. Faltaban unos cuantos metros cuando vio a unas cuantas señoras amontonadas hablando entre sí mientras miraban en dirección a la casa de Ana, Asth no le tomó importancia y continuó caminando, cuando por fin estaba afuera de su casa escondió las flores detrás de su espalada. Se le hizo muy raro no escuchar ruido ni ver al padre de Ana afuera trabajando como siempre, no pensó dos veces y entró a la casa.

Su respiración se cortó cuando vio al padre de Ana sentado frente a una mesa pequeña encendiendo una veladora. El padre de Ana volteó hacia la puerta y vio a Asth, por su parte, el Daemon dejó caer las flores que llevaba consigo cuando vio que en esa mesa se encontraba un pequeño frasco con una foto de la chica. Era una urna funeraria.

La humana había estado mintiéndole todo ese tiempo a Asth, diciéndole que ya no la molestaban en su escuela. Desde que el Daemon la había ayudado en aquel callejón todo había sido peor, llegaron a golpearla, a cortarle mechones de cabello y a destruir sus útiles escolares, sin embargo ella mentía diciendo que eran moretones por la clase de educación física, ya que no eran tan prominentes, decía que tenía ganas de hacerse un cambio de look y por eso se había cortado el cabello, mentía que sus útiles los había dejado en su casillero. La pobre chica no pudo resistir el infierno que le hacían vivir sus compañeros, ella intentó soportarlo porque cuando conoció a Asth fue feliz por un momento, pero su alma fue quebrantada a tal punto que su única salida fue acabar con su propia vida.    

ASHKALY: en búsqueda de la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora