Mi Libro Contigo (Minho)

22.

Al regresar a Seúl conduje hasta casa de Hyunjin y Felix, estaban cansados, así que sin preguntar manejé hasta allá, luego los dejé, Hyunjin me rogaba que por favor me llevara su coche para regresar a mi casa o que mínimo lo dejara llevarme él.

Le dije mil veces que no, tomé mi mochila y me fuí caminando, le lancé un beso y seguí.

Mientras caminaba sentía que me dolían las piernas, pero estaba bien porque luego de haber conducido más de 2 horas sentía que necesitaba estirar las piernas.

Seguí caminando y de repente, oh sorpresa...

«Seungmin.»

-Otra vez tu.-Me dijo sonriente.

-Otra vez yo.-Le sonreí de vuelta.

-¿Es costumbre de tu amigo dejar que regreses sola en la noche?

-No, en realidad es terquedad mía, me gusta el camino que hago desde su casa hasta la mía. Pero dime, ¿Es costumbre tuya salir siempre tan tarde de tu casa?

-Jaja esa si es una costumbre. -Volvió a sonreír.-Te acompaño.

-Bien. -Empezamos a caminar juntos.

-¿Te gustaría tomar un café?

-¿Ahora mismo?

-Si, ahora mismo, así me explicas porqué estas cargando una mochila como si hubieras huido de casa de tus padres.- Se burló.

-Esta bien.

Seguimos caminando hasta que llegamos a un café que quedaba a dos cuadras de mi edificio.

-Ahora si, ¿De quien huyes?-Me preguntó.

-De ti, temo que si me sigo encontrando contigo me darás mas trabajo del que ya tengo.-Dije ahora bromeando yo.

-Jaja ¿tan malvado crees que soy?-Me preguntó indignado mientras seguía riendo.

-Si, si lo creo.-Le contesté segura, luego él se echo a reír de nuevo.

Nuestros cafés llegaron.

-Ya en serio ¿Qué clase de jefe me consideras que soy?-Me preguntó mientras succionaba del popote.

-Eres.. ¿Me despedirás si digo algo malo?

-¿Acaso planeas decir algo malo?- Volvió a hablar de forma indignada mientras soltaba una carcajada.

-Amm.. No, para nada.-Dije sarcásticamente.

-Vamos, no soy tan cruel.-Me dijo sonriendo recto.

-Jaja en mis primeros días como residente, aún estaba en la universidad, y tú me hacías dudar sobre si había elegido la carrera correcta o no.-Le dije sonriendo.

Sonrió. -Eras demasiado joven y muy.. Optimista, no importaba cuántas veces te regañara, siempre regresabas al día siguiente con una sonrisa y algo mejor.

-No eres un mal jefe, pero si uno muy estricto.. Siempre he pensado que soy una buena escritora gracias a ti.-Le dije sinceramente.

-¿A mi?-Se sorprendió.

-Si, soy unos años mas joven que tu, pero por alguna razón siempre estas alabando mi trabajo como si yo fuera tu jefa.-Le dije riendo, él se limitaba a verme.-Siempre que pienso "me quiero rendir" tu estas ahí diciéndome "cuando te conocí, vi algo en ti.." Entonces pienso, Seungmin vió algo en mí que ni siquiera yo he encontrado, si él confía en mi, yo debería hacer lo mismo..-Le dije sonriendo, luego el me sonrió de vuelta y no apartaba sus ojos de los míos...

Seungmin.

Nunca me había dicho algo así, nunca habíamos tenido la confianza para hablar de cosas tan profundas, pero me gusta, me gusta verla sonreír y me gusta ver como hay un brillo en su mirada cuando me habla de algo que le apasiona, creo.. Que empiezo a caer por ella, loca y perdidamente.. ¿Nabi se sentirá de la misma forma?

Nabi.

Mi celular comenzó a vibrar en mi pantalón, sacandonos de ese "momento íntimo/sincero/raro".

-¿Si?-Contesté sin mirar el numero.

-¿Por qué aún no estás en casa?-Me quité el celular del oído y revisé el contacto "Mean-Ho".

-¿Cómo sabes que aún no estoy en casa?

-Porqué llevo esperando a que llegues por más de una hora.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Otra vez olvidé algo? Lo siento, no lo sabía, estoy tomando un café con Seungmin, puedes dejarlo en la recepción del edificio y pasaré a recogerlo.-Le dije apenada.

-¿Con Seungmin? ¿Otra vez?-Me dijo en un tono casi gritando.-Déjalo así, te veo mañana.-Colgó.

No estaba segura de que me había olvidado en su casa esta vez, pero lo que si estaba segura es que Minho era bipolar.

Regresé a la mesa, luego le dije a Seungmin que me tenía que ir, mañana era día de trabajo y por la actitud de Minho, creo que mañana será un día muy cansado.. El asintió, advirtiendo me que aún me llevaría a casa.

Al llegar a mi edificio, me despedí de él, agradecí por el café y por haberme acompañado, luego me di media vuelta, pero él tomó mi brazo..

-Nabi..-Lo volteé a ver.- Solo quería decirte que.. Me agrada que me trates como a un amigo, no solo como tu jefe el estricto.. Es agradable disfrutar de tu compañía.-Le sonreí.

-También me agrada que seamos amigos. -Hizo una mueca extraña.

Le dije adiós con la mano y luego entré a mi edificio.

Tomé el elevador y luego ví a alguien parado afuera de mi departamento.

-¿Minho?