Viernes 17:50 pm
El enfermero entraba y salía del cuarto, en la oscuridad, sentado en la zona de espera, donde habían otras personas angustiadas y preocupadas, se encontraba Craig, mordiendo su labio de remordimiento. Su pierna temblaba, mientras se juraba que nunca más iba a dejar a Tweek solo.
- Es mi culpa, es mi culpa- Se repetía sin hablar- No debí dejarlo solo, no debí dejarlo solo.
-Bueno - dijo el médico con extraña tranquilidad, mientras Craig se levantaba junto a los padres de Tweek- Por favor, los padres, acompañenme al cuarto.
Volvió a sentarse frustrado, mientras veía como la puerta de su amado se abría, para verlo levemente, durmiendo en una cama blanca, con cables en sus brazos y su bata cubriendo su delgadez.
La puerta se cerró, pero Craig se acercó a la pared para escuchar escaso lo que había pasado.
- Tuvimos que hacerle un lavado estomacal, dio positivo al examen toxicológico, creemos que fue debido a una sobredosis de alguna droga.- El llanto de la madre de Tweek se escuchó más fuerte que las palabras del médico.
-¿Cómo es posible? Él es un chico bueno - Gemía.
-Podemos recomendarle un lugar que esté especializado en estos casos, especialmente con menores de edad.
- Doctor, ¿hay alguna consecuencia que pueda dejar el lavado estomacal?
-Por el lavado estomacal no, pero ahora solo debe descansar. Su hijo dio positivo para la metanfetamina, así que probablemente, pueda tener demasiadas consecuencias por esa droga, recomendamos...
-¿Cuántas veces una persona puede aguantar un lavado estomacal? - Dijo el padre interrumpiendo al doctor.
-Lo ideal es que no vuelva a ser necesario eso - Respondió extrañado.
-Lo sé, perdone mis preguntas, es solo que estoy nervioso.
- Por favor, tome está dirección, seguramente ayudarán a su hijo con esto. Los dejaré solos - La puerta chillo al abrirse, dando un brinco en Craig - Puedes pasar si gustas - Le sonrió con suave voz - Tú lo trajiste aquí, tienes derecho. Con timidez entro a la habitación. Pero el rostro de su suegro, causó nerviosismo. Sus ojos agrandados, y sus cejas fruncidas causó que se olvidase momentáneamente de su angustia.
-¿Cómo lo encontraste? - Su grave voz nunca la había escuchado antes.
- En la cafetería, habíamos tenido una discusión y quería hablar con él - Craig supuso que su suegro le echaba la culpa, así que respondió con fingida tranquilidad - No sabía que consumía drogas - Sin embargo, la ira silenciosa del padre aumentaba en su rostro.
- Intenta no decirle a nadie, no creo que Tweek quiera que los demás sepan de su adicción.
-¿Hace cuánto es adicto? ¿Ustedes lo sabían?- Al voltear, se dio cuenta que su madre también estaba enojada - perdón por la pregunta, seguramente es algo privado - Craig deseaba irse.
-No, tampoco lo sabíamos, pero teníamos una sospecha - Los ojos de la madre se cubrió de lágrimas. - Nuestro hijo siempre ha tenido actitudes violentas - dijo.
-¿Violentas? Eso no suena a él - respondió extrañado.
-Te agradezco que hayas salvado a nuestro hijo- Impeto la madre con suave voz - Pero es necesario que te vayas, Craig. Él debe descansar. Ahora nos encargamos nosotros. Deberías ir a casa.- Su brazo fue jalado con delicadeza - Quizás te haga mal estar aquí, ve a descansar - Al ver cerrarse la puerta, Craig presionó su mano contra su estómago, el cual sentía dilatado por el nerviosismo que sintió, deslizó su mano por su cabello y al notar su humedad, se dio cuenta que estaba sudando mucho.
Decidió volver a su casa, y al acostarse en cama, sus manos rodeaban su nariz, preocupado.
Busco su celular, el cual estaba pegado con cinta en una caja, que tenía impresa la palabra "Budha box", quito el fiso que recubría el aparato, y le mando un mensaje a su amado.
-Cariño, perdón por haberte ignorado estos días, necesitaba estar solo. Pero no te voy a dejar solo nunca más. Por favor, mejorate. Mándame un mensaje cuando estés en casa tranquilo. Te amo.Sostuvo la caja, y con cierto enojo, salió a la calle para dejarlo en la basura.
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Síndrome de Munchausen
FanfictionCraig está cansado de que Tweek dependa de él, por lo que decide ignorarlo con la caja de Budda, para calmar su propia ansiedad, pero al encontrar a su novio convulsionando en su cafetería, descubrirá poco a poco el origen de la perturbación continu...