Sin sonrisa da más miedo

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Mariana pankratova.

—¡Por Dios Mariana ya pruebate unos!!

Ya tenía a aurora histérica, entramos a varias tiendas y nada "me gustaba" según le decía. pero lo que de verdad pasaba es que eran muy caro y no quería abusar, cosa que aurora no le importaba y gastaba.

—Está bien, en esta tienda si me llevo algo —me dí por vencida.

Camine por toda la tienda y vi un vestido, me acordé de las palabras de mi madre cuando decía que usaba muchos colores pasteles y muchas ñoñerias y que la vida no era así que tenía que algún día despertar y ver qué el mundo es perverso y malo. me di una bofetada mental por traerme esos pensamientos malo y dolorosos que sufrió una niña de 7 años....
Tome el vestido rojo sangre o así lo imaginé por qué era muy rojo y llamativo, me encanto.

—Por fin encontraste algo que te guste y muy sexi.

Me llevo al probador y se los juro que no quería salir pero aurora insistió. ella formó una O en cuanto me vio. Me gire al espejo y de verdad que merecía que descolgara la mandíbula.

Era reto en los senos con dos minis tiritas que sostenía tus Lolas, las hacía ver llamativas, era sumido al cuerpo, hacia ver tu figura. tenia una abertura en la pierna que de broma no te llegaba al abdomen, si mi madre me viera me castigaría de por vida, era más abajo de las rodillas y un faralado transparente del mismo color muy pequeños en los bordes, era muy sencillo pero con el tono de mi piel me quedaba espectacular.

—Estás hermosa Mariana—aurora no salía del asombro.

La dependienta me enseñó unos tacones pero yo no los escogí por qué no sabía de eso y aurora los escogió por mi .
Cuando fuimos apagar la chica nos dijo que ya estaba todo pagado, no dijimos nada solo nos miramos las caras..

—¿Ahora a dónde vamos?—la mire con una mueca de signo de interrogación

—¿cómo que a dónde vamos? obvio que al hotel.

Nos montamos y Lauro nos preguntó a dónde queriamos ir y antes de contestar aurora se adelantó.

—A un Spa—y añadió a carrerilla —Bueno y caro.

Casi la mato, como se le ocurría decir eso al hombre de confianza,
iba a darle una mala impresión de nosotras pero cuando ví al espejo retrovisor el me estaba sonriendo así que esquivé su mirada, mire a la ventanilla para que no viera mi vergüenza.
Llegamos al Spa y era otra cosa que olía a glamur y dinero. apenas entramos nos recibieron con bebidas, nos dieron masajes exfoliantes, nos limpiaron el cutis, nos depilaron en todas partes, y cuando digo en todas partes, era hasta en la zona íntima que dolía de un carajo. Lo rechace pero aurora me decía gallina y por mas idiota que suene cai en su juego.

Nos arreglaron las uñas y estaban hidratando y alisando el cabello mientras aurora se hacía una permanente.

—Cuando te vea máx te volverá a dar lo tuyo— rie y yo me atragante con el jugo.

—Que cosas dices aurora—me hice la desentendida

—¡Ay Mariana no te hagas! —rodó los ojos—Se te notaba que te habían follado.

La mire con los ojos abiertos por qué yo no sabía que eso se notaba.

—Te puedo preguntar algo—lo dije con un hilo de voz.

—Si lo que quieras.

—Eso .......Como te explico. Eso...Siempre..Mmmm, duele—ahora era ella que casi se atraganta con su jugo.

—NO ME DIGAS QUE TU ERAS—asenti rápido por qué estaba hablando fuerte y ya algunos clientes nos echaban el ojo, pero no la llegué a parar—VIRGEN.

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora