Desperté esa mañana con algo de dolor de cabeza y una sed insoportable, todo a causa de una cosa, el alcohol que había consumido la noche anterior y claramente mi cuerpo no había aceptado de la mejor manera. Palpe con mi mano el otro lado de la cama antes de abrir los ojos esperando encontrar a Villa al otro lado de la cama, pero estaba vacía, lo que me obligo a abrir los ojos y levantar la cabeza para hacer un paneo de la habitación; en la cama del lado un Isaza, en super pésimas condiciones, seguía acostado y profundamente dormido, sin embargo, no había rastro de Juan Pablo por ningún lado. Así que tomando fuerzas de donde no tenia para levantarme de aquella cómoda cama y comenzar a caminar hasta al baño para lavarme la cara y poder despertarme un poco. Mi cara estaba destruida, parecía que la que vomito fui yo, y para terminar de joder la cabeza comenzaba a palpitarme.
Salí de la habitación esperando una avalancha de bullying por mi estado, pero allí no había nadie, y sinceramente no recordaba que ninguno hubiera bebido tanto. Me acerque a la cocina para poder tomarme algo que me ayudara en todos los aspectos posibles, porque sentirme muerta era poco; allí encontré a Villa quien preparaba unos huevos que olían espectacular e hicieron que mi estomago sonara con ganas, llamando la atención del chico.
— Miren quien despertó, mi bella durmiente. Comentó acercándose a mi dejando un beso en mi frente. — ¿Quieres algo de comer? ¿Algo para esa cabeza? Parece que un camión te hubiera pasado por encima. Dijo mientras volvía a menear los huevos en la sartén
— Que romántico que eres Villita mío. Dije mientras me servía un vaso de agua para seguido tomarme dos acetaminofenes
— Me lo dicen siempre, ten. Dijo finalmente pasándome el plato con huevos y pan, además de una taza de leche fría, tal cual me gusta
— ¿Quién te dijo que me gusta la leche así?
— Bueno mi pequeña, espero que el alcohol no te haya hecho olvidar que te conozco desde que nacista y que he prestado atención a los detalles.
— Eso sonó bastante acosador de tu parte, querido. Comente mientras me metía una porción de huevos a la boca
— Prefiero llamarlo "quería ser detallista en algún momento y para eso debía fijarme en lo que te gusta y lo que no" pero como prefieras pequeña. Dijo sentándose a mi lado con su plato servido
— ¿Ahora cuál es la manía que cogiste para llamarme "pequeña", querido?
— La misma tuya de llamarme "querido". Dijo riendo
Desayunamos en medio de risas, comimos hasta quedar saciados procurando guardar para nuestros, al parecer, borrachos amigos, aunque tal vez Alejo, quien manejo, solamente estaba haciendo pereza en su cama.
— No recuerdo que tomáramos tanto como para estar en esta situación. Dije una vez nos acomodamos en el sofá, claramente yo con mi cabeza apoyada en sus piernas
— Eso es porque hicimos tantas cosas que en su momento el trago no hizo efecto, pero al día siguiente la sensación es insoportable. Comentó al tiempo que acariciaba mi cabello
Villa no obtuvo respuesta de mi parte, solo siguió masajeando mi cabeza hasta que poco a poco fui quedándome dormida. Cuando quise despertar estaba todo oscuro y me estomago rugía del hambre, levanté con suavidad mi mirada y observe a Villa quien tenía la cabeza mal acomodada sobre el respaldo del sofá y seguramente se despertaría con dolor de cuello; su brazo me rodeaba con delicadeza, así que lentamente me levante tratando de no despertarlo. Fui a la cocina y me preparé un sándwich y salí a la piscina, mi sorpresa fue encontrarme a Alejo sentado en el borde. Me senté a su lado y empezamos a hablar.
— Y al final se confesaron ustedes dos. Dijo haciéndome reír
— Lo sabías desde el principio, ¿no?
— Bueno, ninguno de los dos es muy bueno disimulando, oh bueno tal vez entre ustedes si, de verdad que no entiendo cómo es que no se habían dado cuenta y vivían sufriendo por el otro. Me miro con gracia, pero lo que dijo me hizo pensar, ¿Cómo nunca me di cuenta de las miradas de Villa? Si yo siempre lo miraba a él
— Bueno, ya sabes lo que dicen, todo llega a su tiempo. Dije antes de darle otra mordida a mi sándwich
— En eso le doy la razón señorita, enserio me alegro por ustedes, se merecen tener una historia bonita. Dejo de mirarme por un segundo y yo aproveché para sonreír
— No puedo creer que hayamos dormido todo el día. Comenté cambiando de tema
— La madrugada estuvo larga. Rio mientras lo decía
Estuvimos un rato más charlando hasta que decidimos que sería buena idea y cada uno a nuestras habitaciones, yo debía levantar a Villa para irnos a acostar así que le susurre al oído él me sonrió medio dormido y lo apoye en mi para emprender camino a la habitación y finalmente dormir completamente abrazados.
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¿Dos capítulos en un día después de dos años sin publicar?
Tómenlo como una recompensa; espero les guste este capítulo, y como dije en el anterior, vernos más seguido por aquí.
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Mil Tormentas// Juan Pablo Villamil// Morat
FanfictionSabes bien que yo, yo te salve te mil tormentas, pueden ser más perdí la cuenta, pues mi pronóstico es estar contigo y tú si ya no hay sismo que te mueva intenta verme y ponte a prueba pues tú pronóstico es estar conmigo. Mi mente divagaba en la ima...