XANDRO

Roto

-Buenas noches. -saludaron llegando a donde se encontraban la familia Kalonimos.

-Buenas noches. -respondieron mirando a la pareja.

Nina noto como la mandíbula del témpano de hielo se tensaron cuando la miró acompañada de Murat.

-¿Tu eres Nina ¿verdad? -preguntó.

-Si ¿Cómo está? -contestó de forma educada intentando que no se notara su nerviosismo.

-Bien, Xandro no nos dijo que vendrías. -comentó mirando a su hijo y luego a la rubia.

-Porque viene conmigo. -intervino Murat sonriendo.

-Nina y Murat son amigos. -señaló el robot.

-Es verdad, es una gran coincidencia que también sea tu amiga. -dijo sin borrar la sonrisa, solo para molestarlo- Creo que ya conoces a casi todos, deja te presentó a mi hermano y su maravillosa esposa, a pesar del hermano que tiene.

-Cuidado. -le advirtió entre dientes Xandro.

-No vayan a empezar con sus peleas, por favor. -pidió Calíope quien tenía en brazos a su pequeño hijo.

-Yo no iba a pelear con nadie.

Murat presentó a su hermano y al resto de la familia Kalonimos que no conocía, por supuesto notó las miradas de Xandro sobre ellos, cuando anunciaron la tercera llamada antes de empezar el recital tomaron sus asientos, dejó a Nina se sentara a lado de Calíope y él tomó el último lugar, sin duda su plan habia funcionado, ahora el griego estaba más que furioso, no podía ocultarlo, aunque lo intentara.

-¿Por qué estás molesto? -preguntó en un murmulló Ivy a su lado.

-No estoy molesto.

-Claro que, si lo estás, hasta un ciego podría verlo, entiendo que Murat no es tu mejor amigo, pero jamás te habia visto tan molesto. -señaló la pelirroja, Xandro miró a la rubia quien hablaba con su enemigo a muerte- Entiendo, no es por él, es por ella ¿es la rubia de Alaska? ¿la que respondió mi llamada? -inquirió con una gran sonrisa.

-Deja de preguntar.

-Eso quiere decir que sí, pero ¿por qué está con él y no contigo? -siguió con su interrogatorio.

-Son amigos. -declaró.

-Eso está claro, pero parece que ella ya no es amiga tuya. ¿Me equivoco?

-No voy a decirte nada.

-¡Ash! -se quejó- Porque eres tan frio, por fin pasa algo interesante en tu vida y no quieres compartirla con tu hermana que te ama más que nadie, cuéntame. -le pidió tomándolo del brazo.

-Ivy, no voy a hablar contigo de eso, ni ahora, ni nunca. -dijo mirándola con las cejas juntas.

-Si no lo haces, le preguntare a ella directamente. -lo amenazó señalándole con la mano- Sabes que lo haré.

-Es demasiado joven para mí.

-¿Que tonterías dices? Si tienes veintinueve años, ella debe tener unos veintinueve años, nueve años no son nada.

-Sé que para ti no es nada, para mi es mucho.

-Mañana pediré una cita con el neurólogo, el lupus está atrofiando tu cerebro, si la amas, ella te ama y no está en contra de la ley, no hay nada de malo.

-Se cómo piensa, lo dejaste claro cuando fuiste detrás de Dominick, pero yo no pienso en ti, respétame, así como yo te respeto.

-Estoy respetándote, además ir detrás de Dominck fue lo mejor que hice en toda mi vida, sin incluir a mis hijos y claramente tu estas equivocado, pero si eres masoquista, sigue asi. -le dio una palmada en el brazo- Espero no te arrepientas.