único.

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YeonJun se terminó por encerrar en su habitación, era un mal día para que su celo llegará. Justamente había llegado, un día donde al parecer el simpático erizo de SooBin, había decidido partir a una mejor vida.

Sabía que SooBin, estaba demasiado sensible, como para siquiera poder lidiar con el celo de YeonJun.

Había decidido, decir que se quedaría esos días de descanso en los dormitorios. Todos habían salido, BeomGyu se había ido a quedar, junto con TaeHyun, Kai con su mamá y SooBin igual. Se había enterado de Odi por el mensaje que había mandado al grupo.

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Había todos mandando mensajes. No es como que YeonJun tuviera la obligación de ir hasta ahí, pero se le había hecho raro que no le hubiera hecho una llamada para levantarle el ánimo.

Se sentía un poco intranquilo, no sabía si era por odi, o porque su lobo se sentía abandonado. O bueno, talvez si sabía que eran muchas emociones, y él solo quería tener a su omega entre sus brazos, mientras calma ese dolor en su pecho, al perder a odi.

YeonJun se apresuró a cerrar con seguro la puerta de la entrada. También se encargó de poner neutralizadores en la sala y fuera de su habitación. Había decidido hacer su nido, había tenido que ir a la habitación de SooBin, para tomar prendas con su aroma. Había traído una almohada de su cama. Se había puesto una de sus sudaderas.

El nido lo había hecho, sobre su cama. Había sacado sus juguetes que usaba en caso de emergencia.

Tomó sus pastillas y se dispuso a dormir, tenía que tener energías para cuándo su calor llegará.

Se empezó a mover bajo las sábanas, empezó a sentirse acalorado, se removió. Empezaba a necesitar de algo, que apaciguara el dolor, quería al dueño del aroma de su nido. Quería a su alfa. Con cuidado tomó sus juguetes, empezó a lubricar, y sintió la necesidad de tener algo dentro de él. Pero como al parecer, no lo conseguiría, su alfa no estaba ahí con él para calmar ese dolor y necesidad.

Empezó con sus dedos acariciando su propio agujero, que estaba lubricado, sentía todo mojado.

Tomo aquel juguete, que lo miro con recelo, quería algo real, pero no importaba, necesitaba parar su calor.

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SooBin miraba con tristeza por la ventana, a pesar de que era un lindo día, aun la pérdida de Odi seguía ahí, pero también se sentía solo y un tanto triste; su omega no había ido a visitarlo, y también se sentía un tanto ansioso su lobo, había estado molestando.

Suspiro, le hablaría a YeonJun. Presentía que tenía que hacerlo, porque tal vez su omega, seguía pensando que necesitaba de tiempo y espacio. Cosa que agradece, pero no quería, no de su parte, él lo quería ahí con él.

Tomó su teléfono, y busco entre los contactos el nombre de YeonJun. Dio con él y sin dudar, marcó el número. Dos, tres timbrazos, y pudo escuchar, por fin, la hermosa voz de su Omega.

—SooBinnie~ —El corazón del alfa se sintió cálido, al escucharlo—. ¿Has comido bien mi cielo? No he querido hablarte, porque te quiero dar tu espacio y tiempo.

SooBin sonrió, conocía a su omega tan bien, que lo supuso.

—Junnie~ he comido bien, mi cielo. Y gracias por quererme dar mi espacio bonito, pero realmente estos dos días he querido que me vengas a ver, o me hables, te he extrañado demasiado.

YeonJun está en celo. |SooJun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora