Vísperas de navidad, que hermosa sensación se decía Lu, tenía muchas cosas nuevas en su vida,
Compañeros de trabajo, un trabajo y cena en la mesa, hacia poco que había entrado a laborar y la estaba pasando muy bien.
Comenzó a conocer a sus compañeros los conductores de los trenes, los trabajadores de vía y los encargados del centro de control.
Sabía que tenía que enviar información a cada inginero dentro del proyecto, todo era muy pesado pero a la ves muy tranquilo, un trabajo ideal y sobretodo nada cansado.
Y ahí estaba nuevamente, esa sensación, Marte parado en la sala de control platicando con sus empleados pregunto
Lu donde vives?
Esta volteo a verlos con ojos extrañados y mostrando su sonrisa respondió
Vivo por el cruce de la via por dónde transita el tren todos los días.
Marte no le callo de extraño, ya había leído el reporte de entrevista y dijo en tono seguro.
Hay transporte por la mañana para acá.
Lu sabía que no lo había, así que respondió sin tapujos.
No ingeniero, el transporte comienza a pasar después de las 9 am, tengo que buscar taxi.Este no perdio la oportunidad y le dijo
Mañana pendiente, pasaremos por ti, el tren solo se detendrá unos minutos en esa parada, cuando eso pase, tu deberás subir, eso en ayuda por ser compañeros.
Marte sonreía y ella le agradeció y nuevamente tocó su mano al despedirse, y ahí estaba esa sensación nuevamente.
Definitivamente ahí había química, pero parecía que ella no lo sentía, se veía demasiado controlada, demasiado tranquila.
Marte no quiso quedar con la duda y por la mañana iría a por ella, tendría que saber si era realidad lo que sus sentidos decían, si ella tenía esa misma reacción o si siempre sería de esa forma todas las veces que se saludaran.
Por su parte Lu, miro algo extrañada esa sensación en la mano y salió despavorida de ahí, hacia tiempo que no tenía contacto físico con un hombre, no desde aquel nefasto chico con el que pasó un infierno. Prefería olvidar la situación y agradecer porque el ingeniero podría ayudarla.
Todo se veía tan normal para ambos.
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SERA MARTE O TENGO QUE AMARTE
Novela JuvenilLu había conocido suficientes canciones en esta vida para saber que la persona amada sonaría a una melodía familiar. Marte tenía ya la suficiente edad para decidir seguir con su matrimonio o terminarlo de una vez por todas. Lo que ambos desconocían...