14.- El Escrutinio

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-Al parecer es difícil deshacerse de la piedra en los zapatos... ¿verdad hermano? -Caius no se había callado desde que todos abandonaron la sala con insulsos y burlones comentarios a diestra y siniestra.

El nómada fue el primero en abandonar la sala tomado de los brazos por Felix y Santiago, y Victoria detrás de él como un maldito perro faldero, tan preocupada por su existencia.

¡Demonios!
Y después de ellos, Alec y Jane salieron para escoltar la sala de tronos.

-Oh Aro Vulturi está enamorado, ¿Tu sabías eso Marcus? La gran avispa se enamoro de la mariposa -Caius aplaudía y reía- ¿O acaso estás así de serio al ver que la mariposita estaba muy preocupada por el nómada cuando ibas a arrancarle la cabeza?

Con presteza y velocidad tome a Caius por el cuello.

-Una palabra más y este aquelarre solo tendrá dos lideres – Los ojos de Caius casi salían de sus orbitas, sujetaba mi brazo tratando de soltarse de mi agarre.

-Aro basta...- murmuro Marcus desde su trono.

Solté a Caius y acomodé mi corbata y las mangas de mi traje mientras el se recuperaba en el suelo.

-Tienes razón hermano, debemos concentrarnos en el responsable- Me quede viendo a Caius que seguía en el piso con cara de pocos amigos. - Debes aprender a modular tu lengua hermano, una lo tolero, dos, ya no.

Se levanto de mala gana sacudiéndose su túnica.

- Si, como sea. Pienso que quizá deberías entrevistar a la guardia, esta situación no puede salirse de control – Tomo asiento en el trono mientras yo caminaba por el salón – Ningún clan debe saber que han burlado a la guardia Vulturi.

Asentí mientras juntaba mis manos y las llevaba a mi boca.

- Sí, temo que debemos hacer un interrogatorio a todos los miembros.–

-Quizá debiéramos empezar por los nuevos...- Marcus estiro sus piernas mientras colocaba su mano en el mentón. -Es extraño que el nómada haya sido inculpado, es como si alguien quisiera deshacerse de el, y los únicos con ese motivo seríamos nosotros...

- Bueno, más Aro que cualquier otro...- Caius no sabía cuidar su lengua.
Pero tenía razón. Me quería deshacer de el lo antes posible.

-Es como si alguien lo hubieran traicionado...-

-Jane...- Inmediatamente la guardiana se cruzo las puertas.

-Mi amo.-

-Temo que necesitare tus servicios mi niña...-

...

Seguí a Demetri por los pasillos y escaleras del palacio, incluso me olvidé del nauseabundo olor de la "fossa" que tanto me aterraba de niña.

-Lo siento hasta aquí llegas. – Demetri me impidió el paso alzando los brazos.

-Pero... Demetri tengo que hablar con él. -Trate de mover al vampiro, pero era imposible.

-No, no lo harás, este capricho no será concedido, lo siento Victoria.-

-¿Y qué pasará? ¿Cuándo lo dejarán ir? – Demetri giro sus ojos hacia arriba.

-Sabes que eso no lo sé, se tiene que llevar un juicio y...-

- ¡Pero sabes que Aro comprobó que el no había sido! – Interrumpí su explicación.

- ¡Basta Victoria! – Demetri me empujo a la salida de los calabozos – Aun así, el amo ha dicho que sería detenido y punto final. Vamos, no querrás ver este espectáculo.

Recuerdos Vampíricos 🩸 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora