Años atrás dos amigas deciden mudarse juntas al país natal de sus padres e iniciar una nueva vida, tratando de olvidar el dolor y la culpa.
Kim Taehyung y Park Jimin han sido amigos toda su vida y a lo largo de esta han descubierto que no importa...
Jeon Jungkook era realmente bueno en todo lo que hacía, su padre había creído que sería un gran pintor, arquitecto, incluso se planteó la idea de que sería un gran cantante, pero jamás se imaginó que se interesara en un deporte tan peculiar como era el esquí alpino y como todo lo que su hijo decidiera hacer iba a apoyarlo, era una promesa que le había hecho a su esposa antes de morir, que su hijo sonriera todos los días, que le aligerara las cargas y lo dejara ser, que apoye sus decisiones que respetara su espacio y que por favor no permitiera que jamás se viera en peligro.
Los Jeon eran una familia muy bien posicionada en la sociedad, sin embargo el señor Jeon estaba 100% dedicado a darle amor a su hijo, ya había trabajado una vida entera y no le faltaba nada material. Su hijo estudiaba en una buena escuela que ofrecía formación temprana en diversos deportes, así que decidió inscribir a su hijo en un vacacional como su manera de poder apoyarlo y acompañarlo en ese nuevo sueño que había surgido en su vida, pero no tenía ni idea de donde había provenido ese deseo y esas nuevas aspiraciones, eran quizás sus ¿amigos? ¿Había visto en la televisión ese tipo de deporte? Como rayos un niño iba a saber eso.
Él sabía manejar perfectamente el internet ya que al tener siempre muchas preguntas sin respuestas, resolvía sus dudas por este medio, su vecino Min, le había recomendado un sin numero de herramientas tecnológicas que le permitieran saber del mundo.
Cuando descubrió que pensaba todos los días en esos ojos color miel no lo soporto más y se dispuso a averiguar mas sobre cuáles eran los deportes de invierno que más combinaban con el patinaje inmediatamente se enumeraron algunos de ellos y el no perdió el tiempo de ver videos sobre ello. Definitivamente los probaría todos y si no le gustaba ninguno pues tendría que meterse a la academia que si mal no recordaba tenia por nombre LayoVer, su directora era Kim Taehee la cual tenía 2 hijos, Kim taehyung y Jimin, tenía que recordarlo todo, tenía que llegar a ser alguien impresionante para poder encajar con alguien tan talentoso.
Así fue como Jeon Jungkook se fue enamorando del deporte que seria su vida y de un hada hermosa que seria su perdición.
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Saben que estoy aquí verdad. —Espetaba Jimin con una sonrisa complaciente. Es mi parecer o ustedes están coqueteando a lo bestial aquí en mis narices?
Y si es así ¿Que contigo? —Respondió taehyung con un tono áspero y volvió a tomar la mano de Jungkook—. Somos amigos, nos acabamos de hacer amigos y estaré con el toda la noche, ya sabes para conocernos mejor. —miro a Jungkook al lado suyo y le regalo una sonrisa, que inmediatamente fue correspondida.
Jimin estaba con la boca abierta ante la reacción de su hermano y es que taehyung era un arisco un troglodita con las personas a los seres humanos se los masticaba pero jamás se los tragaba. ¿Por qué Jeon Jungkook era una excepción? Pero sin duda lo averiguaría luego pues esa era la noche para divertirse, dar oficialmente su primer beso y acabar con una fase en su vida, para empezar su vida de adulto.
