𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐊𝐄 (después de gustar): Uno pensaría que poder ver el hilo rojo del destino facilitaría la búsqueda de su alma gemela. Pero para Noemi, los romances que florecen a su alrededor solo enfatizan el estado de su propio hilo: alguien esp...
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Llegando a la casa veo a través de la ventana del auto a Haruto con un chico de mediada estatura, castaño y vistiendo colores pasteles, le quedan bastante bien, dándole un toque tierno y inocente. En cambio mi primo viste con colores neutros y casi dark, todo lo contrario que me sorprendió ver el hilo rojo uniendolos.
── Tío, espera ── hago que detenga el auto antes de llegar para no interrumpir el momento.
Algo me decía que la persona destinada de Haruto estaba cerca y por ello el hilo rojo lo veía con un rojo más profundo que los otros.
Lo anotare esto en una libreta porque es un descubrimiento nuevo de que puedo hacer al tener este don.
── Noemi, no puedes interferir en esto ── Dijo Yuta poniendo en marcha el auto y bajo la cabeza un poco decepcionada, cierto, aunque quiera no puedo ayudar a unir personas── Deja que las cosas fluyan, Haruto es más terco y le cuesta abrirse, seguro procesando todo a su tiempo las cosas vayan bien.
Sus palabras me hicieron sentir mejor. Después de todo, la última palabra la tienen ellos. El auto es estacionado atrás de la camioneta de mi tía Sakura y bajamos, yo con mis libros en mano y la flor. Guarde la nota en el bolso para que ninguno de los intrusos me moleste a la hora de entrar.
Entró a la casa sin darle mucha importancia a mi primo y al chico castaño, ni mi tío Yuta los miro solo bajo las bolsas de compras del baúl y entramos sin tantos rodeos.
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── Noemi, ayudame poniendo la mesa ── Habla mi tía Sakura cocinando en la gran olla para todos en la casa.
Recuerdo perfectamente que cuando Sakura compró la casa recién empezó abriese paso por el mundo de la moda como diseñadora, su sueldo era por esos tiempos mínimo ocasionando que empezará alquilar el resto de las habitaciones para tener más ingresos, comprando los muebles necesarios con ayuda de mi tío. Lo hizo un alojamiento cómodo y agradable para estudiantes extranjeros, es allí donde entran los intrusos, al comienzo eran tres pero con el paso del tiempo fueron más, y la mamá de Haruto, mi tía menor, lo envió para estudiar en el extranjero porque no quería hacer nada productivo con su vida en Japón.
