Los recuerdos del pasado

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      'De nuevo unos gritos y sangre a mi alrededor, todo estaba confuso y de repente'... Se despertó, miró que aún era oscuro. En los últimos 4 años, se despertaba antes del amanecer, después de eso ya no podía reconciliar el sueño. Miraba su habitación, solo tenía una cama, un escritorio y libros donde ella estudiaba, un pequeño espejo donde se podía mirar cuando se cambiaba de ropa y así comenzó su día.  
    Vahyra se vistió y empezó temprano como siempre, miraba como los reclutas entrenaban y deseaba ser parte de ellos, a la corta edad de 13 años ya podía protegerse a si misma pero no se le permitía unirse a los demás para ser una centinela como ella deseaba.

"Buenos días pequeña Vahyra"

  Decía una chica de 19 años, pelirroja de ojos turquesa y sonrisa amable.

"Hola Edith, ¿Qué tal va el entrenamiento?"

"Sabes que no debes levantarte tan temprano, una niña como tú debe dormir sus horas" (Edith)

"No te preocupes, solo andaba haciendo algunas tareas antes de que ellos regresen" (Vahyra)

    Edith la miraba con ternura y le acariciaba la cabellera platinada, pero a Vahyra no le gustaba esas muestras de cariño, se ponía tímida y roja por ello.

"Deberías relacionarte con los demás, así nadie te molestaría y no te sentirías sola cuando ellos no están"

      Decía Edith algo desganada, pero Vahyra parecía no importarle.

"Solo porque me criaron Lucian y Senna, creen que soy especial... Además que para nada me parezco a ellos, soy completamente diferente, no siento como si tuviera un lugar aquí..."

"Bueno, entonces me encargaré de que encuentres uno"

    Con eso último dicho, se despidió Edith de la pequeña niña, Vahyra vió que se le unían los demás reclutas y parecía que de nuevo hablaban mal de ella. Se fue antes de ver cómo Edith les daba una buena paliza a todos ellos por faltarle el respeto a su pequeña amiga. Vahyra de nuevo fue a su lugar "secreto", según ella, pero sólo era una orilla junto al lago donde nadie llegaba, solo ella lo conocía. Vahyra suspiró de la frustración, no era nada nuevo que los demás la vieran de mala manera, en parte por ser muy diferente de ellos, en eso llegó su amigo a donde ella estaba.

"De nuevo estás aquí, no me digas... De nuevo tus compañeros" (chico)

"Ya sabes que solo vengo aquí, ya que nadie me dice nada"

   Vahyra había visto que ese chico le acompañaba a todos lados, pero ya se había acostumbrado a ello, se sentía cómoda a su lado.

"Eres el único que me comprende en verdad, nadie aquí lo hace... Ni siquiera mis padres"

    El chico sonrió tristemente y Vahyra se dió cuenta.

"¿Que sucede? Te siento triste"

    Ella lo miró al fin y sonrió

"¿Gracias por acompañarme todo este tiempo?"(Vahyra)

    Vahyra sabía que él debía de irse, pero ¿A dónde?

"No podía irme sin despedirme por eso vine ahora, quizás no te des cuenta cuando lo haga"(chico)

"Te puedes sorprender, o tal vez no... Lo único que haré es extrañarte, pero si es hora de que vayas con tu familia, entonces debes hacerlo, lo único que no entiendo es donde vives, jamás me has hablado de tu casa o tu familia, espero que no sé enojen si estás conmigo todo el tiempo".(Vahyra)

"Ya es hora de que me vaya mi amiga querida"(chico)

    El chico parecía querer irse pero Vahyra lo detuvo, por alguna extraña razón lo veía algo transparente.

Vahyra - El origen de un guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora