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Seokjin

Cerré los ojos con fuerza para bloquear la visión de Kook paseándose de un lado a otro frente a la puerta del baño. Me ayudó un poco a combatir el mareo que se había apoderado de mí unos cinco minutos después de que me golpearan las debilitantes náuseas. A mitad de la reunión de Zoom, tuve que silenciarla y salir corriendo de la sala, temeroso de estropear un buen portátil al perder el almuerzo en ella.

"No me puedo creer que me hayas hecho mear en tres palos", le regañé, tirando más fuerte de la manta que me cubría el hombro. Me sentía fatal. Enfermo del estómago, mareado y simplemente soso.

"Bueno, leí en el de un falso positivo, así que cogí otro. Entonces pensé qué pasa si ambos son falsos positivos. O falsos negativos. Así que pensé que un tercero sería un desempate".

"Suena lógico."

"¿Quieres agua?", preguntó, haciendo una pausa en su paseo. "¿O Sprite? ¿Gatorade? ¿Galletas?"

Ugh, la idea de poner cualquier cosa en mi estómago en este momento era un no. "Estoy bien. Pero gracias".

"No quiero que te deshidrates. Eso sería malo".

Abrí un ojo y le miré con los ojos entrecerrados. Estos fueron los tres minutos más largos de toda mi vida. "¿Dónde está Matty?"

"Está bien", me dijo, "está leyendo un libro. Ah, y puede que hoy le hayan suspendido tres días".

Lo dijo como si fuera una ocurrencia tardía, en un tono que daba a entender que no era para tanto, y al instante me senté en la cama. Luego gemí, mientras la habitación y mi estómago se revolvió. Kook se acercó corriendo y me empujó suavemente hacia las almohadas. "No pasa nada. Estate quieto".

Cerrando los ojos, porque eso parecía ayudar a mi vértigo, ordené: "Explícate".

Cuando terminó de relatar los acontecimientos del día, ya habían pasado los tres minutos y yo estaba más que orgulloso de nuestro hijo.

"Ah, y me ha llamado papá". No se podía negar la alegría en su voz por esa pequeña palabra de tres letras.

"¿Lo hizo? Es genial". Le dediqué una sonrisa vacilante. "¿Y cómo te sentiste?"

"Brillante". Me sonrió ampliamente, su sonrisa era devastadoramente atractiva.

"Ve a ver las pruebas". Susurré, con el nerviosismo llenándome el cuerpo. No estaba seguro de lo que sentía por los resultados. Kook y yo estábamos bien, muy bien. Pero un bebé tan pronto era... bueno, pronto.

Kook estuvo en el baño lo que me pareció una eternidad, cuando cantó: "Uy, lo hemos vuelto a hacer".

Con las cejas fruncidas, le pregunté: "¿Me acabas de cantar Britney?".

"No te estoy cantando Britney", me dijo desde el baño, sin decirme nada más, excepto que conocía bien las letras de la princesa del pop.

"¿Y bien?" Me impulsé sobre un codo. Kook salió del baño, agitando los tres palos en el aire.

"¿No te bastó con que te cantara?", se sentó a mi lado. "Tres palitos dicen embarazado. Así que... sí... lo hemos vuelto a hacer".

Recogiendo los palitos, comprobé con mis propios ojos lo que me había dicho. Mirándole a través de las pestañas, le pregunté en voz baja: "¿Cómo te sientes al respecto?".

"¿Sinceramente?"

Sin decir nada, me limité a asentir con la cabeza. "Extasiado. Fantástico". Me sonrió: "¿Quieres que siga?".

Sonriendo, le eché los brazos al cuello, tirando de él sobre mí y disfrutando de su peso contra mí. "Yo también. Pero es muy pronto. ¿Qué va a decir la gente?"

‡Peligroso Omega‡[KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora