Parte 1, La percepción de lo que no fue y siempre estuvo

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¿Como se le explica a la mente que nada de lo que cree, es verdad?, ¿como se le miente a los ojos?

Tengo y siempre tuve las motivaciones suficientes para volverme loca, mi entorno fue confuso, pero incluso desde pequeña, aún cuando no pasaba de los cinco años, lo sabía, no pasó mucho tiempo para convencerme a mi misma, eso que me seguía, era real, tan real como los cambios en la temperatura provocados por su presencia, tanto como los toques fríos y ásperos que me dedicaba por las noches cuando estaba entre el sueño y la conciencia, incluso su silueta se volvía mucho mas visible y nítida cuando me encontraba sola, pues en publico, me seguía como una sombra, una especie de espectro humoroso, se adhería a las paredes, se camuflaba entre los rincones, se escondía entre las multitudes, incluso pude verle en su forma humana, un día en el que salía del colegio, cuando iba acompañada de algunas compañeras, esa sombra extraña se coló entre el tumulto y después, de entre toda esa lúgubre forma, un hombre se materializó, alguien alto, fornido, inquietante, intimidante, caminó dándome la espalda en dirección opuesta a la que yo iba y se perdió frente a mis ojos, altanero y hasta un tanto burlón, él sabía que le miraba impactada 

Ese día en particular, lo esperé pacientemente, se había vuelto nuestra costumbre desde hacía años, esperarlo morbosa de curiosidad durante varios minutos hasta verlo llegar, no siempre llegaba, a veces duraba semanas sin presentarse, pero aún así, aún con la incertidumbre, me preparaba mentalmente para dicho evento, no hablábamos, ni siquiera habían saludos o despedidas de por medio, no había interacción alguna, todo se limitaba a simple presencia, uno frente a otro, durante varios minutos, a veces horas, dependiendo de que tanto le placiera quedarse, la sensación era mas de lo que podía contralar en algunas ocasiones, la habitación se volvía fría, mas oscura, tenebrosa y aún sabiendo que mis padres y mi hermano mayor se encontraban bajo el mismo techo, me sentía tan a la deriva de ese ser que juraba certera la posibilidad de ser asesinada sin llamar la atención en absoluto, era aterrador, pero sumamente atrayente, esto fue algo que dejé de mencionar con el paso de los años, para mis padres, no eran mas que crisis debido a mi ya diagnosticado delirio de persecución y estrés derivado del mismo, me aseguraban que en mi habitación no había nada y me medicaban para que durmiera, era realmente nefasto

El día en el que vi su imagen humana entré en mi cama y me senté en ella con la vista curiosa hacia ese rincón en el que solía postrarse cuando comenzó a oscurecer, acababa de tomar una ducha y decidí usar una camiseta de mi hermano, una que mas que prestada, había sido hurtada sin que él pudiera darse cuenta, usar una de mis pijamas era especialmente incómodo ese día, llevar algo de tirantes o corto me hacía sentir demasiado expuesta, pedía internamente por que ese día no llegara, incluso cerré la ventana y corrí las cortinas para hacerle saber que no era bienvenido esa vez, pero él apareció unos minutos después, la sombra llegó y tomó lugar en la esquina de siempre, de inmediato, el ambiente cambió, la temperatura bajó y mi usual titiriteo se presentó, lo miré atenta y después, saqué de entre las sabanas, una linterna, pues insisto, ese día estaba mas ansiosa que antes, tenía un mal presentimiento y posar la luz en él era algo que no había hecho antes, jamas había tratado de interactuar, pero mantuve fija la luz en su dirección, mi muñeca temblaba pues sentía que mis ojos verían algo fuera de lo común esa noche, y no me equivoqué

Mi pulgar presionó el botón de encendido en la linterna un par de veces con detenimiento, el "click" emitido por el botón era lo único que se podía escuchar, eso y mi respiración entre cortada y entonces, dejé de escuchar incluso los abrumadores latidos de mi corazón, pues pasó, vi algo asomándose de entre ese bulto amorfo, no estaba segura, parecía piel, pero la zona expuesta era mínima y por consecuencia, fue muy difícil de apreciar, cuando algo mas apareció y mi cerebro interpretó esa imagen como una mano, apagué la linterna y cerré los ojos entre temblores, en mi mente, rogaba, imploraba que mamá o mi hermano aparecieran, estaba ansiosa por estar lejos de mi habitación en ese momento, pero de nuevo, la curiosidad me llevó a abrir los ojos y solté un jadeo al ver que la mano ya no solo estaba expuesta de la muñeca en adelante, ahora podía ver un antebrazo, incluso un codo de lo que parecía ser alguien robusto en un aspecto atlético y fuerte, se veía como una piel pulcra como la porcelana, adornada de venas gruesas e imponentes, parecía estar saliendo de ahí y yo no podía hacer mas que llorar en silencio con una expresión de terror 

Tua cantante (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora