El origen de tu dolor

1 0 0
                                    

    Después de eso la sacaron de ese lugar y la dejaron a cargo de las sirvientas para que la curaran. Los que habían pedido ayuda para salvar lo que quedaba del reino, al ver la condición de Arusha... Supieron que estaban perdidos y le pidieron muchas disculpas.

"Quiero ir a ver a Kalista por favor"

    Sus aliados dijeron que si e intentaron ayudarla pero Arusha negó, quería dar fortaleza a esas personas que dependían de ella y caminó como pudo hacia donde estaba esa persona que nombró, Vahyra la siguió de cerca era muy intrigante todo lo que veía ¿Cuál era el motivo de todo esto? Arusha llego al lugar de entrenamiento de los soldados y Kalista estaba contenta al verla, aparte de Isolde  también se llevaba bien con ella...

"¡Arusha! Qué bien que te veo, estás lista para otra pelea, eres muy buena en batalla debes estar en mi escuadrón"

"Kalista, Kalista, Kalista... ¿No puedo hacer que declines de la lealtad que has jurado a tu rey?"

    Kalista la vió preocupada y la ropa blanca que llevaba Arusha estaba empezando a tornarse roja, incluso algunos soldados de su élite habían parado su entrenamiento al verla.

"¿Qué ocurrió Arusha?"

"No responderé por los actos de TÚ rey, si algo pasa, es por su culpa..."

"El rey es sabio, ve las cosas de otro modo ¡Nadie se atrevería a dañar a la familia real!"

     Arusha negó con la cabeza al ver lo testaruda que era, por la lealtad que tenía hacía su tío.

"No vine amenazar ni nada por el estilo, solo a prevenir que estés más alerta ahora ¡Más que nunca! Porque parece que actuarán pronto"

      La generala tenía una cara confundida y hasta Vahyra entendía a qué se refería. Luego de eso todo se oscureció y ahora mostraron un momento importante. Isolde andaba comiendo con su amado rey y la pasaban bien, ella le hablaba a su amiga que igual estaba con ellos comiendo, parecía que la habían invitado pero ella solo respondía muy pocas palabras, incluso Viego se veía extrañado en su actitud, ya que Arusha siempre daba su opinión pero desde ese día que él mismo la había dado latigazos, ella no volvió a decir ni una palabra frente a Isolde...

"Es extraño que no hables Arusha"(Viego)

"No tengo nada importante que decir mi rey, solo cosas cotidianas de la vida común"(Arusha)

    Siguieron comiendo Isolde no entendía su actitud de ambos como si la mínima palabra de su esposo le molestara a su amiga que le daba una mirada de querer golpearlo. Arusha ya no pudo soportar más la tensión en el lugar, Viego la miraba mucho como amenaza así que pidió disculpas y se retiró lentamente del lugar. Vahyra igual la seguía parecía interesante los acontecimientos que veía, que estaba intrigada que pasaría, en el pasillo Arusha vió a una persona sospechosa que iba hacia el comedor. Ella podía haberlo detenido pero siguió su camino hacia adelante, incluso el tipo se sorprendió porque no lo detuvo.

"Si vas hacerlo"- susurró -"Hazlo bien"

    Entonces se escuchó una conmoción en el comedor, gritos y sonidos de cortarse la carne. Arusha entró a un cuarto cercano y se tapó los oídos, no deseaba escuchar llorar a Isolde, era lamentable lo que pasaría a Viego pero era necesario si no quería que el reino cayera... Pero después de un rato los gritos que escuchaba no eran de ella si no de ¿Viego?¿Qué había pasado? Arusha corrió hacia el comedor de nuevo y veía a Isolde siendo abrazada por Viego llorando y al asesino muerto por Kalista.

"¡NO POR FAVOR!¡ALGUIEN LLAME A LOS MÉDICOS!"

    Él mismo la cargó y se fue hacia su habitación para acostarla para que estuviera más cómoda, Arusha los siguió al igual que los consejeros que eran leales a ellos, antes de salir miró a Kalista que se veía devastada como si fuera su culpa. Arusha apretó su ropa y empezó a llorar, no podía respirar, por su culpa habían lastimado a su amiga. Al llegar a la habitación no dejaban que entrara nadie,  pero Isolde pedía por su hermana, solo así dejó Viego que Arusha entrara para que la acompañen. Vahyra veía la situación y sintió el dolor de el rey de Camavor qué incluso empezaba a salirle a ella las lágrimas y se enojó con Arusha por permitir esa situación. Los días pasaron y nadie podía aliviar los síntomas de Isolde, ni siquiera la magia de el rey, era un veneno potente que acababa su vida lentamente.
    A Kalista le pidieron que buscará alguna solución ¡Alguna cura! Ella aceptó con prisa la orden y dejó a cargo a un tal Hecarim su puesto, salió para irse cuando Arusha le habló.

"Solo a ellos que están implicados saben si tiene cura"

"No hay tiempo para eso, hay que hallarlo ya"
 
       Así se despidió y se marchó a buscar la cura, Arusha vió como ese hombre sonreía, parecía que disfrutaba de la situación.

"Algún día te llegará tu hora, Hecarim"

    Él la ignoró, le daba igual todo. Arusha después de eso ya no se apartó del lado de Isolde, cada que iba Viego ella estaba ahí ¡Él la odiaba con todo su ser! Para él, la presencia de ella era una enfermedad pero por su esposa aguantaría. Siguieron pasando los días y ya nadie pudo evitar lo inevitable... Esa noche Isolde dio su último suspiro... ¡Viego se volvió loco! No entendía como ella lo abandonaba ¿Cómo podía dejarlo solo? Arusha lloraba pero se sentía una hipócrita por qué dejó que sucediera, de repente algo se despertó en ella, sintió una ira a su lado, temblaba al sentir aquello y miró a Viego que tomaba a su amada en brazos y caminaba hacia la torre. Se encerró ahí dentro. ¡Por fin! Kalista había llegado con la cura pero Arusha le informó que ya era tarde... Isolde había muerto...

Vahyra - El origen de un guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora