Maará

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   El lago que parecía no ser tan profundo, si lo era, caía más y más en la oscuridad como si no tuviera un fin, al final dejó salir el aire que había retenido y se desvaneció en la oscuridad. Cuando despertó estaba en medio de la nada y sus ropas las habían cambiado por una bata blanca, al menos seguía viva.

"Haz despertado"

   Vahyra miró hacia donde había escuchado, vió a un hombre con una túnica blanca, sus ojos eran ¿Rojos? Pero tenían apariencia felina, su cabello plateado rebelde y tenía una sonrisa cínica, ella se sonrojó al ver que su cuerpo estaba casi expuesto, y se le veía bien formado y ni que decir de su cara que era apuesto ¿Qué tipo de sueño tenía ahora?

"No te preocupes, no es un sueño, soy real... Bueno para ti"

   Le sonrió seductoramente, pero ella se molestó.

"¿Así actuará con una desconocida?"

    Él se rió profundamente por la rabieta, jamás le habían regañado, incluso era refrescante poder hablar por fin con alguien después de mucho...

"¿Cuál es el motivo de estar aquí?"

    Vahyra cada vez se ponía más y más preocupada y eso lo notaba el chico.

"Tranquila es para responder a tus preguntas, ya le dije a ella que te guiara hacia mí, además que ya viste parte de la historia a la cual perteneces"

"¿La historia? ¿Te refieres a ese rey que era muy altanero y arrogante que solo pensaba en si mismo y que arruinó su reino por un capricho?"

   Vahyra vió que la persona se había enojado porque su cara se lo decía.

"No, él era mi más querido chico, tenía mi bendición y solo quería verlo prosperar, era mi consentido"
 
    Vahyra lo vió como si se hubiera vuelto loco, cómo podría ser posible que ese rey sea bueno con todo lo que causó.

"Mira señor, no sé porque estoy aquí, la verdad quiero irme, porque parece que Arusha me espera y tengo un trabajo que hacer..."

"No te preocupes, no estará cuando regreses a tu mundo"

"¿Qué?"

"Hace algún tiempo que ella me debía ese favor, por haberme desobedecido"

   Vahyra sentía que no debía estar ahí, así que cuando intentó huir el chico hizo algo con la mano y la retuvo dejándola paralizada, ella se asustó más de él, no sabía que le iba hacer.

"Niña no debes ignorar a una deidad"

"Ellos están en el monte Targón, que haces lejos de ahí"

"Sé de lo que hablas pero la verdad no soy de allí, soy una deidad de Camavor ayudé a muchas personas, también hice qué empezara la vida  como el espíritu de la naturaleza en algunas islas....A cada uno de ellos les di mi bendición, incluso conocí al primer rey que gobernó Camavor ayudé  a que sea próspero su reino y sus descendientes me dieron honra durante muchos años, fueron siglos muy felices para mí"

    Vahyra no se lo creía, ¿de nuevo Camavor? Porque siempre tenía que toparse con eso.

"No sé que tengo que ver con un reino caído que casi nadie recuerda, ni conoce, además que no se tú nombre"

"Mi nombre ya no importa niña, ya es algo olvidado, cuando desapareció el reino de Camavor igual mi nombre se fue con él, dime solo Maará"

"¿Vas a contarme una historia o que?

   Maará la vió con molestia pero tenía que decirle su objetivo, ya no tenía mucho tiempo.

"No tengo que contarte los acontecimientos de la caída de mi amado reino, solo lo después de ello y creo que no pudiste ver más allá de la vida de Arusha"

"No se me permitió ¿Alguna razón?

"Aaa si muy sencillo, es que yo le quité su vida"

Vahyra - El origen de un guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora