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Akira Barone

Me gustaría decir que amanecí por los cantos de algún pajarito, pero la realidad es que desperté por una serie de ruidos en la sala, por lo que me apuro a ponerme un suéter y averiguar qué es lo que está pasando, a medida que me voy acercando a la sala puedo visualizar a un chico bastante alto, yo le cálculo de casi 1.90 de altura, al oír los pasos deja de habla y al voltear me deja completamente sorprendida, es un ángel de forma literal, tiene unos ojos café claro que hace contraste con su cabello largo e igual de claro que los ojos, tiene unas cejas bastante pobladas y sus pestañas dios mío son largas y chinas me encantan; un carraspeo me hace salir del pequeño análisis que le hacía al ángel frente a mí.

− Belleza disculpa que te despierte de una manera no tan grata, no es propio de mi pero tu debes de ser Akira Barone, ¿o me equivoco?

− No te preocupes, y si soy yo, ¿tu debes de ser mi compañero de piso verdad?

− Así es belleza, mi nombre es Mauricio Glass, pero para ti soy quien quieras que sea.

− Pues mucho gusto Mau, espero no te moleste que te diga así, ¿quieres que te ayude con algo?

− Me sería de gran ayuda si me ayudas con esta pequeña maleta en lo que subo las demás

− Oh, sisisis claro dámela para dejarla en tu cuarto.

Dicho esto, me pasa la maletera, mientras el sube las maletas grandes para después ayudarle a pasarlas a su cuarto; en su cuarto le ayudo a guardar todas sus cosas por lo que puedo observar dos cosas, le gusta la música clásica, tiene algunas fotografías en las que aparece un chico bastante atractivo por lo que deduzco que es su novio o su mejor amigo peroooo me inclino por lo primero. Después de unas horas terminamos de acomodar por lo que Mau mi ahora roomie se mete a bañar para yo hacer lo mismo y reunirnos en la sala.

− Bueno belleza yo creo que deberías de organizarnos y poner algunas reglas para poder vivir, aunque sea este semestre de una manera tranquila, ¿Qué dices?

− Me parece perfecto, pero mira qué te parece si vamos a desayunar a un café que esta algunas calles y al terminar podemos aprovechar hacer compras para el departamento

− Pues muy bien belleza toma tus cosas que nos vamos

Tomo un pequeño bolso y echo mi cartera, celular y llaves, al llegar a lado de Mau me abre la puerta permitiéndome pasar primero para posteriormente emprender con nuestro viaje, durante el camino hablamos sobre cómo le fue en el viaje y sobre las carreras que cursamos, me cuenta que a él le faltan dos semestres para terminar su carrera de derecho y por azares del destino haremos las prácticas en la misma empresa, el en la parte legal y yo en recurso humanos, una vez llegamos nos sentamos cerca de la ventana, el pide un café negro con una rebanada de pastel de chocolate mientras que yo pido un frapucchino de caramelo con un baguette de pollo ya con nuestros pedidos comentamos las reglas y organización del departamento.

− Bueno Akira que te parece que cada quien se encarga de su alacena ya sabes por temas de gustos, y lo que podemos hacer para diferenciarlo es ponerle con plumón los nombres de cada uno.

− Eso me parece, también podemos dividir el gasto de limpieza para así acordar un día y entre los dos mantener limpio el departamento.

− Claro belleza eso me parece, una vez definido esto pasemos al tema de las reglas

− Oh, si claro, ¿qué tienes en mente?

− Que te parece que primero entre semana después de las 10:00 de la noche no ruido por el tema de hacer tareas y demás, también los fines de semana si metes algún chico o chica no se cual sea tu preferencia pon alguna prenda en la puerta para no molestar y creo que las demás las podemos poner en el transcurso en lo que vayamos viviendo juntos, ¿qué dices belleza?

Un amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora