No todo lo que brilla es oro

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Mariana pankratova

—Hablando con mariana.— le dijo muy tranquilo mientras yo me moría de angustia al ver cómo lo miraba.

—Sal de aquí massimo.

el se levantó me dió un beso en la mejilla y acato su orden no sin antes pararse en la puerta y añadir.

—Después seguimos hablando Mariana.

Max termino de entrar pero ninguno de los dos nos dijimos una palabra, yo tampoco iba a darle explicaciones por lo que hice.
Fue para ayudarlo y ni massimo me pregunto por el beso. pero lo que él hizo no debería tampoco de molestarme, así que decidí salir de la habitación para no hablar con el. en ese momento el me sujeto la mano y me acorraló entre la puerta y el.

—Quería pedirte algo— lo mire con un signo de interrogación el la frente.

—Se dice, hola —ironice.

—Hola, será que me puedes acompañar a un lugar—añadió—¿Está mejor?.

—No mucho pero que se le hace—lo empuje un poco para que se apartará.

Su acercamiento me mojaba las bragas y me quemaba el cuerpo.

—Alístate y te espero en veinte minutos— miro su reloj— Y si puedes que sean menos.

—Y se puede saber ¿A dónde vamos?— el se metió la mano en el bolsillo y me miro pícaro.

—Tienes algo en el armario— cuando iba a replicar para decile que no quería nada regalado de el, me mandó a callar con un gesto en la mano—No es comprado por mi, es de parte de mi madre.

Entre cerré los ojos, por qué eso era jugar sucio.

—¿Que es?.

Volvió a sonreír de la misma manera,
(No sé por qué estaba a la defensiva con el)

—Eso lo tienes que ver tu.

No dijo más nada así que fui al armario. «Que parecía otra habitación», estaba un top blanco con una chaqueta de cuero negra, pantalón de cuero también y unas botas con tacón negras.

— ¿Te gusta?—pregunto parado en la entrada.

—Me encanta—  el sonrió— ¿Seguro que fue tu madre?.

—Si quieres se lo preguntas—no pregunte más y salí a darme una ducha.

De reojo veía que el se reía de mi, por qué todo lo hacía rápido.
en el vestidor luche con el por qué quería entrar alegando que el me lo pondría mejor.
Ya después de quince minutos salí y el se estaba colocando un jersey que le quedaba como una segunda piel y pude ver por un momento su trabajado cuerpo.
Mis mejillas se enrojecieron y lo sabía por qué me estaba mirando al espejo  mientras me estaba aplicando un poco de maquillaje.

— ¿Lista?.

Yo trataba de regular mi pulso en cuanto lo ví, traía unos tejanos ajustados, su jersey gris y unas gafas de sol Cristhian Dior casi iguales a las mías y su cabello peinado hacia atrás.

Si lo veías en la calle jamás creerías que fuera un mafioso y tan frívolo a la hora de matar, no quise saber que le pasó al hombre del día anterior, ni tampoco quería preguntar, pero me imaginé muchos escenarios y ningún terminaba lindo. aunque pronto sabría quién era maximiliano Corleone y lo que su nombre representaba..

Nota: hola chic@s la imagen al comienzo es como visualizo y describo a nuestro maximiliano Corleone espero que les encante mi villano favorito ❤️ besos.

Autora: Dary.

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora