𝚇𝚇𝙸𝙸 𝙷𝚎𝚛𝚒𝚍𝚊𝚜

237 28 25
                                    


𝚇𝚇𝙸𝙸 𝙷𝚎𝚛𝚒𝚍𝚊𝚜

𝘓𝘢𝘴 𝘱𝘢𝘭𝘢𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘮𝘢𝘴 𝘦𝘧𝘦𝘤𝘵𝘪𝘷𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘣𝘢𝘭𝘢

Mientras sus guardaespaldas lo cubrían, Wolfgang corrió hacia la multitud que escapaba despavorida de las balas, no lograba localizar a su hermana ni a Eva

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras sus guardaespaldas lo cubrían, Wolfgang corrió hacia la multitud que escapaba despavorida de las balas, no lograba localizar a su hermana ni a Eva. Dios. Si algo les pagaba... no se lo perdonaría nunca.

Una de las balas rozó su hombro, Wolfgang no se percato hasta que sintió la sangre recorrer su brazo.

– ¡Mila! – gritó por encima del bullicio de las personas asustadas – ¡Mila!

Mal día para no traer un arma, entonces la reconoció... detrás de la barra, pudo ver a Mila. Wolfgang corrió hacia ella esquivando las personas y empujando a algunos cuantos.

– ¡Wolfgang! – lloró Mila con las manos embadurnadas de sangre.

No, por favor...

– Mila...

– Es Eva – lloró – Está herida, una bala impacto en el costado de su cuerpo y... ha perdido mucha sangre... yo, yo...

Pero Wolfgang ya la estaba revisando. Tenía pulso, seguía con vida. La bala había salido pero había hemorragia, en su entrenamiento le enseñaron tácticas de primeros auxilios y supervivencia, pero ahora Eva necesitaba un médico.

– La sacaremos de acá – Wolfgang trepó el cuerpo de Eva a su espalda – Mila, iremos por la parte trasera, salida de emergencia, hay una camioneta esperándonos. Estamos cubiertos, no mires atrás y corre.

Mila asintió rápidamente preparándose, Wolfgang le dio la indicación y salió disparada hacia la puerta empujando a las personas para que su hermano tuviera camino libre con Eva, Wolfgang la seguía rápidamente. No reconoció a los asesinos, llevaban mascaras, pero tenía el presentimiento de saber quién fue.

Mila empujó la puerta, detrás de ellos venían dos guardaespaldas.

– Señor Volkova, la camioneta lo espera – dijo uno de ellos custodiándolos

Wolfgang corrió detrás de su hermana por todo el parqueadero hacia la camioneta de emergencias. Espero que ninguno de sus hombres saliera herido.

– Alexei, a la clínica más cercana – ordenó Wolfgang una vez adentro de la camioneta.

Se habían salvado por poco... tapó la herida de Eva con sus manos mientras Mila le acariciaba suavemente el cabello.

– ¿C-como pasó esto? – preguntó Mila – Hace mucho la familia no recibe atentados

Wolfgang solo podía pensar y atar cabos sueltos. Eran los chinos, definitivamente... sabían que estaban siendo cazados por la muerte de Andrei, no había una razón y tal como lo dijo Kim, en algún momento, irían por Wolfgang, Mila, Kirill o incluso Mikhail.

AMOR ES AMOR - KIMCHAYWOLFIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora