Sin Opciones

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Capítulo único :)


Corre corre, sigue corriendo, no pares.


¿Por qué mi padre no deja las apuestas?


Solo esto faltaba, que perdiera, y que más encima, yo estuviera de por medio en esa pérdida.


Ahora solo me queda correr, escapar.


Todos mis compañeros de clase me miran, también otros estudiantes de la escuela que ya estaban camino a sus casas, y hasta personas que andan de metiches.


"¡Oh! ¡miren! Esa chica tiene que andar en malos pasos."

"Hijo, nunca te juntes con ella"

"Ella tiene que ser una muy mala influencia"


Si supieran que yo no soy la culpable. Yo no tengo la culpa de que a mi padre le importe la nada misma, ni menos que me ande metiendo a mí en sus apuestas, nunca me dieron opciones para elegir a un padre.


Corro y corro, pero los estúpidos ganadores de la apuesta me están alcanzando. Decido entrar a la escuela nuevamente, espero que el portero les obstruya la pasada.


-Oigan, no pueden pasar si no son alumnos de esta escuela- dice el portero, pero los hombres no le toman atención.


Subo las escaleras muy rápido, llego al segundo piso, tiro mi mochila adentro de una sala, ya se me estaba haciendo un estorbo, me dirijo hacia otra escalera para seguir subiendo, pero aparecen ahí, me di la vuelta directo a otra para poder subir a otro piso, pero fue imposible, habían más esperándome. Nuevamente, no tengo opciones.


Me metí al primer baño que se me cruzó en el camino, antes de que alguno me vea. Para mi mala suerte, o quizás no tan mala, el baño es de hombres, al primer paso que doy adentro, un alumno, que iba saliendo de un retrete, me señala con su dedo índice, preguntándose el porqué una mujer estaba en el baño de varones.


-Ustedes, búsquenla en el piso de arriba... ustedes vuelvan abajo, y nosotros busquémosla en este piso- entré en desesperación, estaba totalmente encerrada, si salía me encontraban y luego me llevarían quizás a qué lugar.


-Yo buscaré en los baños, tú en las salas- ok, ahora si estoy en problemas. Miro al chico adelante mío, que todavía está sorprendido. Jadeando lo empujo de los hombros para poder entrar al último espacio en donde están los retretes.


-Oye ¿qué haces?- me pregunta el chico. Lo sigo empujando hasta que ya estábamos los dos dentro del pequeño espacio. Cierro la puerta con pestillo, en ese mismo instante se escuchan pasos fuertes entrar al baño.- Oye...- le tapo bruscamente la mano, esperando a que se calle.


Primer portazo. Primer baño al descubierto.


Segundo portazo. Segundo baño al descubierto.


El siguiente es el nuestro. Mis manos sudan, estoy muy asustada. El chico a quien le tapaba la boca también lo está, desde que comenzaron los portazos no ha tratado de hablar.

Without Options ~Kai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora