Cap 18- Lo siento

639 53 3
                                    

Oikawa y yo hemos estado pasando los últimos días en su habitación, como si fuera nuestra casa. Nos despertamos, bajamos a desayunar, subimos a su habitación hablamos y hablamos y hablamos hasta que nos cansamos y salimos para ir a comer algo, después de pasar toda la tarde dando un paseo volvemos a su habitación para descansar y volver a hacer lo mismo el siguiente día.

Mi madre me ha escrito un par de veces pero yo la he ignorado totalmente. Y gracias a la madre de Oikawa me he podido quedar algo más de tres días.

Hoy Oikawa y yo vamos a tener una cita, un poco peculiar, pero una cita y está vez va a salir bien. Tenemos pensado ir al pabellón de la capital para ver a varios equipos de voley jugar, aprovechando para coger más experiencia y ver posibles contrincantes de cara al futuro.

Así que nada más terminamos de comer nos vestimos, Oikawa se pone una sudadera rosa con un abrigo ya que estos días está empezando a refrescar bastante y yo le robo uno de sus jerseys de color crema, el cual me queda enorme, y luego me pongo un abrigo encima.

También decidimos ir en cubierto, aún que pareciera increíble, haber jugado en los partidos de primavera nos dió cierta "fama" y no nos apetecía ser reconocidos ni por los equipos ni por otra gente, así que Oikawa se puso unas grandes gafas de sol que le tapaban gran parte de la cara y yo me lleve una mascarilla.

Una vez ya estuvimos listos nos dirigimos allí en autobús. El viaje fue bastante agradable, aún que demasiado largo para mi gusto. Oikawa al poco rato se quedó dormido en mi hombro y yo simplemente disfruté de su calor corporal.

Mi teléfono empezó a temblar y me sorprendió volver a ver un mensaje de mi madre, no tenía pensado entrar a verlo pero al final decidí que lo mejor sería solucionar esto de una vez para no seguir molestando a la madre de Oikawa.

Te quiero en casa antes de las cinco.

¿No vas a venir?

Kageyama Tobio donde estás.

No estás intentado comprenderme.

La madre de Oikawa me habló y me dijo que estas durmiendo en su casa, te quiero aquí ya.

Deja de molestarles.

Kageyama contesta mis mensajes.

Tenemos que hablar.

Podemos llegar a un acuerdo.

Kageyama porfavor.

Kageyama vuelve mañana y hablemos tranquilamente.

Ese fue el último mensaje que me mandó mi madre, tal vez fui demasiado malo no respondiéndole, seguramente se preocupó...

Decidí contestarle con un "Mañana volveré a casa y hablaremos" para luego apagar mi teléfono y disfrutar de lo que nos quedaba de viaje.

Después de un largo viaje llegamos al pabellón el cual era increíblemente grande, nunca había visto tantas pistas de voley en un mismo sitio y Oikawa parece tan sorprendido como yo.

Dimos un pequeño paseo por el edificio, y pudimos ver a algunos de los equipos que iban a jugar hoy, yo apenas reconocí a un par de equipos pero parecía que Oikawa conocía más que yo e iba contándome información sobre ellos.

Después de dar una vuelta nos sentamos con unas bebidas a ver los partidos, la verdad es que había muchísima más gente de la que pensaba, familias gritando y animando a los equipos y gente saltando de la emoción cada vez que alguno hacia punto.

Este ambiente se nos contagió al poco tiempo de estar allí y empezamos a apostar por el grupo que ganaría y después a saltar como locos, fue realmente entretenido, tanto que apenas recordé mirar las técnicas que utilizaban los jugadores.

Nuestro Tiempo ~ Oikage Donde viven las historias. Descúbrelo ahora