Bajo la lluvia de estrellas.

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Reviso con Andrés las últimas cámaras, mientras tengo a los chicos viendo algunos casos, no he podido dormir en días sabiendo que hay alguien que está queriendo lastimar a mi estrella.

- Deberías esperar a la información que te dé Mario.

- No, mi mujer ha sido amenazada, acosada y si no llego a tiempo sería viudo en este momento.

- ¿Ya te casaste y no me invitaste a la boda? — le pego en su cabeza y se ríe.

- Estoy de pésimo humor Andrés, si fuera tu Donna estarías igual. — se le borra su sonrisa afligida — ¿Por qué esa cara? ¿Me perdí de algo?

- Su novio, ocho años de relación y yo un recién llegado — menciona en un tono de amargura.

- ¿Estás bien? Estoy aquí si quieres hablar.

- Hablar de que encuentro a la mujer de mi vida, pero ya estaba ocupada por un idiota que no la quiere como debería y ella parece estar feliz con eso.

- Está contigo, no con él — tiene una sonrisa de burla.

- Estaba, al parecer, estaba confundida mientras yo planeaba la boda, — se burla de si mismo — se llamaban, salían juntos, cenan en casa mientras que yo realmente soy el chico de turno que necesito pasar por su vida para que ellos fueran felices.

- Estás diciendo estupideces. — enfoca su vista por a la nada.

- Connor, ella nunca se quedó en casa según porque no estaba bien, cuando estaba en la suya vivía nerviosa como si invadiera su espacio. La hago feliz, eso lo sé, pero quizás me limito a ser un buen sexo y nada más.

Su voz suena tan fría, cargada de tristeza.

- ¿Has hablado con ella? — afirma.

- Lo intenté, pero me evadía, fui a buscarla y estaba desayunando con él, la llamé y me colgó la llamada; y lo sé porque la vi. Después fui a buscarla a su casa y tenía una reunión donde estaba él, comportándose como el dueño de la casa. Ella no dijo nada, lo dejo.

- Andrés, eso no significa nada.

- Sabes que no me gusta dar vueltas, le pregunté ¿qué quería de mí? ¿De qué se trataba esto?

- ¿La pusiste a escoger?

- Podría ser, quería las cosas claras, él o yo, no respondió, lo miro y fue cuando vi su respuesta.

- Interpretaste su respuesta, tal vez solo está confundida. Ocho años son...

- Bastante y al parecer ella quiere seguir esa relación, no voy a forzar algo que está frente a mis narices, ella lo sigue queriendo; esas cosas pasan.

- No te estés precipitando, Donna se ve que es muy callada, tímida y está saliendo de una monotonía.

- Connor, salir con él y dormir conmigo es como si saliera con los dos, no soy el tercio de nadie —jamás lo había escuchado, así de afectado — le dije que me iba y solo dijo, que me cuidara.

- Eso no sé cómo... — se ríe sin ánimo.

- Me dijo adiós, y está bien. Fue muy rápido, nos dejamos llevar y ya se le pasó el momento, ya se calmó y ahora está con quien ama.

- ¿Te duele? Han lastimado el corazón de mi amigo. — paso mi brazo por su cuello, le saco una sonrisa.

- La vida sigue, esta vez me tocó a mí.

- ¿Si quieres no dejamos dormir a mi estrella hoy con música y cerveza? Soy todo tuyo — sonríe.

- No acostumbro a desahogar mis penas con alcohol.