XXVII. Fe ciega

73 2 0
                                    

Mini maratón (3/3)

KATHERINE

Siempre he sabido que mi padre no era alguien del todo bueno, pero nunca te llegas a esperar que todo indique que ha sido él quién ha orquestado el tiroteo que ha sacudido el lugar donde estudias, duermes y donde tienes a tus amigos.

—¿Has encontrado algo, Kat? —me pregunta Tanner, como si me estuviera leyendo la mente.

Lo cierto es que todo el las últimas dos horas ha sido muy conflictivo. Tras mi pelea con Jocelyn, ella ha decidido apartarse de todos y centrarse en su hermano, quién se recupera favorablemente, pero eso no quita que Ryden tenga que estar todo el rato encima de él vigilando su herida y su evolución.

—Me temo que sí —respondo mientras repaso una y otra vez el mismo párrafo.

—¿Sabes quién ha sido? —reformula la pregunta Caleb, completamente sorprendido.

—Ha sido mi padre —respondo mientras estoy atenta a la reacción que tienen cada uno de ellos.

Todos abren los párpados de par en par.

—¿Cómo estás tan segura? —está vez es Alex quién pregunta.

—Caleb encontró una nota junto con la pistola y en cuanto la leí supe que me era extrañamente familiar —comienzo a explicar mientras dejo el libro a un lado —. Comencé a pensar y recordé que siempre que mi padre me leía este libro hacía hincapié en la misma frase.

—No hay nada que deseemos más que la gloria y el poder —recita Tanner mientras mira al suelo pensativo.

—Exacto —afirmo yo —. Pero necesitaba asegurarme de que estaba en lo cierto. Y es por eso que os pedí ir a la biblioteca.

—Entonces, ¿sospechas que ha sido tu padre? —resume Olivia.

—No lo sospecho, lo sé.

—Una simple frase no es prueba suficiente para culpar a tu padre, Katherine —me recuerda Alex.

—No es solo la frase. La página entera habla de cómo la protagonista se ve obligada a matar a tiros a todo lo que se interpone en su camino, además de que he estado mirando los acabados de la pistola y he visto el logo que hay en todos los cuadros de mi casa grabado en el mago.

—¿Por qué querría tu padre tirotear el internado?

—No lo sé —reconozco mientras me muerdo el labio.

—Porque tu padre quiere matarte sin que nadie pueda dar por hecho que ha sido única y exclusivamente por ti —responde Tanner.

—¿Cómo?

—Tanner piensa que mi propio padre me quiere matar —respondo a la pregunta de Caleb.

—Y que además no quiere que nadie se percate de que su objetivo era ese —agrega Oliva.

—No entiendo por qué lo haría.

—Yo tampoco encuentro una razón, pero teniendo en cuenta que sabemos que ha sido la cabeza pensante del tiroteo al internado donde actualmente está estudiando su hija, puede ser cualquier cosa.

Me paso una mano por el pelo, completamente colapsada.

—Va a volver a intentarlo —digo de repente —. Va a volver a tirotear el internado una y otra vez hasta que no queden más que escombros y se asegure de que yo ya no estoy viva.

Oscilo la mirada entre todos y solo destino tristeza, incertidumbre y miedo en sus miradas. Y eso solo me lleva a pensar una cosa: Jocelyn tenía razón cuando dijo que todo esto era por mi culpa. Yo tengo la culpa de que ninguno de ellos pueda estar llevando una vida normal ahora mismo. Yo tengo la culpa de que vivan con miedo y yo tengo la culpa de todos los desperfectos que tiene el internado. Porque, si Tanner tiene razón, eso solo tiene que ver conmigo y con mi padre.

La nueva obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora