Massimo Corleone.
Max era un grano en el culo, tenía que buscar a Mariana a la universidad, pero el muy hijo de su padre informo que tenía pistas en dónde se encontraba el “carita" sonriente del hijo de Claudio.
Así que ahi estábamos casi una hora y sin señales del imbécil.—Massimo evita tener más problemas con Max—me sacaba de mis casillas que todos le lamía los pies.
— Ya basta Angelo, yo no tengo ningún problema con el. Es el, el que quiere estar de enemigos—le respondí. Estábamos montando guardia en una cafetería cerca del metro de Catania.
— Claro que sí massimo, ¡¡te acostaste con su mujer!!—me desesperaba Angelo más que Alfredo, al cual no se quería inmiscuirse en nuestros problemas.
— ¿Cuál mujer? dime ¿Cuál? eso solo era una más de sus conquistas— me aniquiló con la mirada, se parecía tanto a nuestro padre.
— Pero iba ser su esposa ¡¡Hasta un piche anillo le compro!!.
Me sorprendió esa revelación, ya que no tenia ni idea que se quería casar con Mariana.
Pero no le pude contestar por qué maximiliano hablo por el peganillo.— Ya dejen las idioteces de hablar lo que es pasado y no pierdan la concentración—yo sabía que nos podía escuchar por eso seguía hablando.
Los corlenes nos caracteriza nuestro físico y ser sincero entre nosotros mismos.
En ese momento unos hombres con maletines se sentaron en unas dos mesas antes de nosotros..Estaba en un restaurante por qué según daríamos con el hijo de Claudio.
— Prepárense para cualquier cosa— advirtió maximiliano.
Los sujetos llamaron a la camarera, le pidieron un café y charlaron como si fueran dos amigos que tenía tiempo sin verse. Así paso media hora después en el mismo instante que Mariana me llamo para que la fuera a buscar.
— Se están moviendo
Informo Alfredo, ya que max estaban cabreado por qué Mariana me llamara a qué la buscará.
Los sujetos se fueron, pero dejaron los maletines. Maximiliano fue el primero de llegar a la mesa y mirar los maletines.
— Seré el primero ya que todos son unas nenas— nadie lo refuto solo movimos un paso atrás, aunque era estúpido por qué si era una bomba igual nos mataría.
El con cuidado abrió el primero y consiguió un sobre. No lo abrió si no que fue al segundo maletín que tenía la cara del narco de México, el cual nos dió asilo cuando escondimos la droga y que no era la cabeza si no la piel desgarrada de su cara. Lo que daba a entender que el tipo nos estaba cazando.
— Boten este maletín— lo cerró max y se lo tendió a Angelo.
Fue al primero que abrió y cuando abrió el sobre corrió sin dudarlo al coche. Ví las imágenes que se le había caído y era unas fotos de Mariana fuera de la universidad y todas marcadas con marcador rojo en su cara.
Salí al igual que max.— Trata de llamarla massimo.
Estaba desesperado, lo bueno es que me di cuenta rápido y pude correr tras el para montarme en el mismo coche.
— No me contesta el puto teléfono— la llamaba y nada, saltaba al buzón de mensajes.
Maximiliano estaba que se jalaba los pelos, lo miraba de reojo y pude ver qué aún la amaba y que no podía competir con eso, ya que era un amor recíproco
Llegamos a dónde el GPS indicaba y el móvil de max comenzó a sonar, el lo puso en altavoz para que lo oyeran todos. Ya que Angelo y Alfredo podían escucharlo por el peganillo
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No me hieras Tanto. Aprende Conmigo Vol..1
Romance"No me hieras tanto". resalta el drama y el sentimiento vulnerabilidad que personaje principal pasa mientras enfrenta sus miedos. Mariana pankratova una joven que lucha por los traumas de su infancia es arrastrada a una serie de aventuras peligrosas...