Capítulo Único

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Amo desarrollar esas pequeñas ideas fugaces que vienen a mi.

Esta vez experimenté un poquito más con su época de la academia!! Imaginen lo muy enamorados que ya estaban desde entonces.

Disfruten.

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Es un Satisfactorio viernes por la noche para los estudiantes... Más teniendo la libertad de salir a divertirse.

La mayoría salió disparado tan pronto acabaron las clases, pero hay un grupito que se adueñó de un salón casi abandonado para pasar el rato. Consiguieron aperitivos, bebidas y algunos juegos, incluso la presencia del ya estimado Ukitake Juushiro, quien no pudo decirles que no.

Ukitake no se negó a la invitación y tampoco a las copas que sus compañeros le ofrecían, una tras otra. Sin embargo, no ha perdido su calma y elegancia, ni siquiera se nota que sea miembro de una familia noble de bajo estatus, aun con el licor acumulándose en su sistema.

Y Shunsui no se pierde de esta rareza, encantado por la imagen nueva y exótica del muchacho de cabello blanco. Sí que fue la mejor decisión haberse quedado con este grupo, qué importa que no sea del todo bienvenido dada su reputación desvergonzada.

Shunsui se mezcla fácilmente entre la gente, siendo los dos populares a su manera, pero al final de cuentas siempre coinciden. Una mirada, una sonrisa, un simple gesto. Es curioso, Shunsui nunca se había sentido tan en sintonía con alguien, ni siquiera con su propia familia... ¿Será lo que los más fantasiosos llaman el amor en plena flor de la juventud? Bueno, esas mariposas en su panza cuando lo ve reírse, ya más influenciado por el licor, deben significar algo.

Ukitake Juushiro es inteligente, gentil y sumamente agradable. Pero hay una cualidad más que no se puede obviar: es bastante guapo. El cabello blanco, que aunque curioso le suma encanto, esos ojos verdes que transmiten la pureza y suavidad de su corazón, la piel de porcelana indudablemente aterciopelada, la figura esbelta pero fuerte de estatura ideal... No es de sorprender que las chicas suspiren por él y los chicos lo admiren. Shunsui, por cierto, hace ambas cosas.

Las horas pasan y el ambiente se aviva, con el licor haciendo de las suyas en las almas jóvenes. Shunsui permanece ileso, curiosamente más distraído en otra cosa que en la bebida que tanto disfruta, a diferencia de Juushiro que, poco acostumbrado, parece ya haber tenido demasiado. Bien, debe salvar a este amigo suyo de que el resto lo haga beber más de lo que es capaz y, por sobre todo, quiere.

—Bueno, bueno.

A Shunsui no le importa meterse donde no le han llamado, menos interrumpir con la charla ajena. Se hace un lugar en el grupito y pasa un brazo por los hombros de Juushiro, quien se tensa al principio pero pronto se relaja en su toque. Shunsui entiende el mensaje, Juushiro quiere ser sacado de ahí pronto. Bueno, solo tiene que dejárselo a él.

Juushiro es tan noble que seguramente no sabe cómo escapar de esta reunión, que ya se está saliendo de control, sin querer ofender a los que los que tan amables lo invitaron. Además, el alcohol que bebió es mayor a lo que ha soportado alguna vez, Shunsui puede verlo en su expresión, bien ya lo conoce, y no quiere que se sienta más incómodo.

—Ukitake-kun, ¿Salimos?

Sin importarle el resto, Shunsui le habla al chico en su abrazo. Hay quejas, pero Shunsui pasa de ellas llevándose a Juushiro con él, como si fuera un descarado secuestro.

Afuera, Juushiro suspira profundo, visiblemente aliviado.

—Demos un paseo, te hará bien —diferente al tono juguetón de hace un momento, Shunsui es bastante suave y comprensivo esta vez.

Besos embriagantes | BleachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora