Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13: ¿ǫᴜé sᴏʏ ᴘᴀʀᴀ ᴛɪ?

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—... ¿Qué soy para ti?

Preguntó ella con seguridad. ¿Cómo debería responder?
Suguru en ese momento era un manojo de nervios. Al momento en que ella realizó esa pregunta él abrió los ojos pero después desvío la mirada hacia la pantalla que mostraba su derrota.

Al no haber respuesta inmediata (T/N) ladeó su cabeza.

— No es necesario responder si es que no quieres — añadió ella con un toque de decepción pero mostrando una sonrisa.

— No no, está bien (T/N)-chan. — Suguru la miró con una sonrisa. — sólo estaba pensando en cómo decirlo.

— ¿Decir qué? — el corazón de la joven latía demasiado rápido. Había notado que en ese instante Suguru miró sus ojos, pero desvío la vista hasta sus labios y los regresó a sus ojos.

— Que me gustas.

Ella abrió los ojos y estaba a punto de dar brincos por la sala pero trató de contener esa emoción. ¿De verdad lo había dicho?

— Ahí está la respuesta. Me gustas, demasiado... En estos meses, aunque no salgamos mucho te convertiste en alguien especial para mí... En realidad no sabría cómo explicarlo a detalle, sólo puedo decir que eres una chica hermosa y tú personalidad es magnífica. Muy divertida, inteligente, amable.

La joven se encontraba en silencio, pero su sonrojo era evidente.

Desde la vista de Suguru se veía hermosa así, tan tierna y angelical.

— Hay más cualidades que me gustan de ti, pero no quiero incomodarte con sentimentalismos. Solo diré que me gustas, y que te quiero. — al estar cerca, Suguru llevó su mano hacia el rostro de ella, pero solo lo hizo para acomodar un mechón de cabello detrás de su oreja.
— No es necesario que digas algo, y no espero ser correspondido. Pero ahí está, lo que eres para mí.

(T/N) estaba ahí, sentada mientras analizaba lo que acababa de decir su compañero. Él ya no la miraba, por el momento miraba nuevamente la pantalla. La joven se levantó y se dió la vuelta, se dirigió a la ventana y tomó un poco de aire.

Al ver esa acción Suguru empezó a arrepentirse de haberlo confesado pero, no podía mentirle a ella.

— Lamento haberte incómodado, (T/N)-chan. Supongo que es momento de retirarme. — en cuanto se iba a levantar, de la nada ella ya estaba en frente de él pero había colocado sus manos en sus hombros para impedir que se levantara.

— Primera, no me incomodaste en absoluto. Segunda, no te dejaré ir con esa lluvia, te vas a enfermar. Y tercera... — ella lo soltó y dió un paso atrás, en su rostro se notaba la timidez y los nervios que la carcomían.

— ¿Te encuentras bien? — cuestionó él al ver qué ella ya estaba moviendo su pie en señal de nerviosismo.

— También me gustas...

Tʜᴇ ᴏɴᴇ ᴛʜᴀᴛ ɢᴏᴛ ᴀᴡᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora