𝘋𝘦𝘷𝘰𝘭𝘷𝘪é𝘯𝘥𝘰𝘵𝘦 𝘢 𝘵𝘶 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.

III

Las cuevas se extienden por un largo trecho y no parecen tener fin. Si bien algunos segmentos de las cavernas son estables y fáciles de navegar, otras partes son casi imposibles de explorar. Las rocas están fracturadas y los senderos se desprenden y hacen curvas repentinamente. Hay secciones que son tan estrechas que una sola persona no puede pasar de frente. Sin embargo, la exploración de esta cueva parece no tener fin, y quien sabe a dónde podría llegar exactamente.

Al salir del agua, el más chico da una gran bocanada de aire y tose un poco. Alarmado, el mayor cubre un poco su boca y le susurra que no haga mucho ruido.
¿Sabes qué es lo más jodido? No solo las entidades, sino el ambiente oscuro.
A más de uno le incomoda, pues la sensación de que hay algo ahí es simplemente...abrumador.

Con cuidado salen del agua y se quedan en "tierra" firme. Quizás sea uno de los peores lugares que tengan que atravezar estos dos.

── h-hace frío...── murmuró el chaparro con varios escalofríos.

──lo sé...cuando salgamos de aquí estarás mejor. Ahora debemos continuar. ── susurró.── debes ser cuidadoso, aquí hay eco y habitan todo tipo de entidades malas.

── ¿como los smilers...?

── ...además.

── uhh...

Un suspiro salió del menor. Agarró la mano del más alto y comenzaron a caminar de manera lenta y cuidadosa.
Se oia como caían gotas de agua desde el techo hacia el suelo, haciendo un sonido algo incómodo.
¿Por qué no fueron por otra parte? Daba igual, correrían peligro hasta el final del camino.

Por otra parte, la cabeza del mayor estaba en otra cosa. Una cantidad de recuerdos empezó a absorverlo y...tener como un Flashback del pasado.

── ¡ahhh! ¿Dónde puede estar? Lo busqué por todas partes y ya no sé donde buscar...──vocalizó frustrado el Partyogoer, quien usaba una pulsera en su muñeca izquierda. Tenía un hilo trenzado de color rojo con un timón en el medio.

── hombre, deberías dejar de ser tan dramático. Pronto saldrá de su escondite y lo sabes. ──expresó uno de su misma especie, solo que de color verde. ── hay muchos de su misma especie que tienen sus mismas características, solo agárrate a otro de amigo y chau.

Justo cuando dijo ese último comentario, todos se callaron y voltearon a verlo con una cara seria.

── eh.──se queda quieto. ── perdón.── dijo murmurando.

Los otros siguen en lo suyo y ignoran lo que acaban de escuchar.

──a veces hablas de más, hermano. ── dijo el de amarillo.

Posteriormente, un pequeño grupo de aguafiestas entran a los pasillos escolares y caminaron con varias bolsas en sus manos (presumiblemente, suministros para los sobrevivientes). Entre ellos se encontraba uno con una pulsera igual al del Partygoer, solo que con un ancla.
Eso lo notó y saltó a abrazarlo, haciendo que caigan varias miradas a los dos.

── ¡volviste!── exclamó ansioso mientras lo levantaba y daba vueltas con su cuerpo abrazado.

──Aah... ── se encontraba mareado por las vueltas que daba.── m-me vas a hacer vomitar, para.──le indicó.

Al escuchar eso, lo dejó en el suelo y tomó con cuidado sus hombros para que no se caiga al suelo.

──Perdón, la emoción me consume a veces.

──ya veo...

── Firmamos un tratado de paz entre las dos especies. Podrían andar libres por nuestro nivel con la condición de no hacerles nada a los vagabundos. A todo esto, ¿cómo llegamos a hacer un trato con ellos...?──dijo pensante.

Había una razón, ¿pero era la correcta? Quizás sí. Debido a la cantidad de ataques que hubieron en pocas semanas, tuvieron que aliarse con sus enemigos...sorprendentemente salió todo bien (sin trucos ni trampas) y se llevaron bien con algunos de los azules.

Aguafiestas, vuelve a la tierra. ¿Dónde está el otro?