Así comenzó todo
Para empezar, el abuelo ya no estaba.
Es una manera un tanto brusca de iniciar una historia, pero esa era la cruda realidad.
Un hecho tan indefectible como que el sol sale por la mañana y que a mediodía sientes hambre. Por mucho que fingiera que eso no estaba pasando, aunque cerrara los ojos y se tapara las orejas, el abuelo no iba a volver. Ante esa certeza incontestable, Rintaro Natsuki se había quedado petrificado y sin palabras.
A ojos de todos, podría parecer un muchacho muy tranquilo. Es más, seguro que a algunos asistentes al funeral debió de extrañarles, cuando no inquietarles, la impasibilidad de ese alumno de instituto que de repente se había quedado sin familia, de ese muchacho que permanecía en silencio en un rincón de la sala donde se celebraba la ceremonia fúnebre y miraba como pasmado la fotografía de su difunto abuelo.
Pero Rintaro no era un chico particularmente sosegado, al menos hasta ese momento. Lo que le sucedía era que no conseguía relacionar a su abuelo, tan quieto y con ese aire tan transcendental y alejado del mundo, con el concepto de la muerte, con el que estaba poco familiarizado.
Siempre había pensado que ni siquiera el dios de la muerte alteraría el día a día de su abuelo, esa monótona rutina cotidiana sin grandes cambios que transcurría con placidez, sin causarle aburrimiento ni cansancio. Y al verlo allí tumbado y sin respirar, se sentía como si estuviera presenciando una escena irreal o una obra de teatro mala.
De hecho, aun dentro de ese ataúd blanco, el abuelo le parecía el de siempre, hasta el punto de que, por momentos, como si nada hubiera pasado, Rintaro lo imaginaba levantándose de allí con su << ¡Vamos allá! >> habitual, poniendo a hervir el agua en la estufa de petróleo y preparándose un té con gestos expertos.
Sin embargo, a pesar de la viveza de ese recuerdo, la realidad era otra bien distinta. El tiempo pasaba, y el abuelo no abría los ojos ni asía su taza de té favorita. Estaba dentro de ese féretro con una expresión serena y, en cierto modo, solemne.
En la sala, continuaba la recitación casi somnolienta de los sutras, así como el ir y venir de los asistentes, algunos de los cuales se acercaban al chicho para expresarle sus condolencias.
El abuelo ya no estaba.
Esa dura certeza iba enraizando poco a poco en el corazón de Rintaro.
---Menuda faena me has hecho, abuelito...
Ese murmullo que por fin salió de su boca no obtuvo respuesta.
Rintaro Natsuki era un estudiante de secundaria como cualquier otro.
Era más bien bajito, llevaba unas gafas bastante gruesas, tenía la tez clara y no hablaba demasiado. No era un muchacho atlético, no sobresalía en ninguna asignatura en particular y no le gustaba ningún deporte. En resumen, era un adolescente de lo más normal.
Sus padres se habían divorciado cuando era muy pequeño; después su madre pasó a mejor vida aún joven, y cuando Rintaro comenzó la primaria su abuelo se hizo cargo de él. Desde entonces, siempre habían vivido juntos, los dos solos. Y si bien esa circunstancia peculiar debería haber hecho que se sintiera diferente, Rintaro la consideraba tan solo un aspecto más de su anodina existencia.
Pero la repentina muerte de su abuelo, tan inesperada, complicaba un poco las cosas.
Una mañana de invierno especialmente fría, a Rintaro le extraño no ver en la cocina a su abuelo, que solía levantarse temprano. Así que asomó la cabeza a la habitación de estilo tradicional, en penumbra, y lo encontró en el futón, ya sin respirar. Parecía una estatua durmiente, sin rastro alguno de sufrimiento, y el médico del barrio que acudió a la casa informó a Rintaro de que lo más posible era que el anciano hubiera fallecido a causa de un paro cardíaco súbito que no le había provocado sufrimiento alguno.
---Ha tenido una muerte plácida ---dijo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Quieren información del autor y varias cositas del libro?
¿Quieren que siga publicando esto?
Espero que respondan mis preguntas, thanksHasta luego, chau
ESTÁS LEYENDO
EL GATO QUE AMABA LOS LIBROS [SOSUKE NATSUKAWA]
FantasyLa historia no es mia, es de alguien que en realidad se esforzo (me estoy refiriendo a Sosuke Natsukawa, no sean pltudos)