KIARA
Fue difícil para mi dejar argentina y a mi madre, pero extraño a mi familia y amigos, aunque no me puedo quejar fueron unos años bastante entretenido diría yo. Volví a mi hogar, me emborrache y estuve en la nieve, pero cada cosa tiene su fecha de espiración y este era mi momento.
Debía volver a Seattle mi padre estaba planeando volverse socio de Nicolas James, según el fue su mejor amigo en la facultad de leyes y ambos siempre soñaron con construir una firma juntos, por circunstancias que no se, tomaron caminos separados y ese sueño no se pudo llevar a cabo, pero ahora lo harán. Así que como la mejor conciliadora de la empresa me mandó a llamar para que volviese.
Y henos aquí, aterrizando en mi jet privado.
Bajo y me encuentro a mi mejor amiga.La rubia se lleva las gafas al pelo, me mira.
-¡Kie!.- grita y corre hacia mi.- Dios no sabes cuanto te extrañe.- me abraza
-Yo también Sarah.- le beso la mejilla.-Haber ponme al tanto.- caminamos hacia su auto y guardo la maletas en su asiento.
-Tu hermanastra Amelia terminó con Francis.- puedo notar alegría en su voz y río.
-¿Y ese milagro?.- me pongo el cinto
-Pues más bien creo que el la termino, pero lo importante es que está como loca.- vuelvo a reír y niego.- Si la vieras.., en la firma trata a todos mal, pierde casos.- niega
Quiero decir algo pero la frenada que pega mi amiga, me hace olvidar.
-Que mierda.- digo en medio del shock .
-Ese idiota.- baja del auto toda enfurecida y yo la sigo.- Eres imbecil casi no matas.- le grita y Un moreno baja del auto.
-Disculpa no fue mi intención.- se toca el pelo nervioso.
-Si pues la próxima vez que des reversa mira para atrás.- le suelto seca, también molesta.- ¿Quien te dio el carne de conducir, tu abuela?.-
-Creo que dijo que lo lamenta.- se acerca un chico con traje y se pone a mi lado.
¡Mierda! No se de donde viene la ola de calor que me recorre el cuerpo cuando me fijo en los ojos azules que me miran como si no fuera de este planeta.
-¿Lo lamenta?.- río irónicamente volviendo a la tierra.- ¿Y eso pagará los daños del Ferrari, sabes tú cuanto cuesta?.- El chico me observa unos segundo, suspira y va a el auto.
Vuelve con una chequera, me enfado.-Em.. yo no...- Interviene Sarah.
-¿Cuanto es lo que hablamos?.- el chico egocéntrico la interrumpe.
-¿Perdona?.- me sorprendo.
-Dime el precio y así cada uno podrá seguir su camino.- sigue con su egocentrismo que me enoja más. Y su belleza despampanante hace que desaparezca con su ego.
-El precio sería que tu amigo deje de conducir.- le suelto molesta.
-Mira soy abogado, podemos hacer esto de la manera fácil o..-
-¿O?.- lo desafío y me mira con sus ojos azules que no dejo que me intimiden.
-Mira.- Sarah le quita la lapicera y la chequera al chico que no deja de mirarme.-Ten mi número y arreglemos las cosas nosotros luego, seguro tienen cosas que hacer al igual que nosotras.- mi amiga me da una de esas miradas, que me dice que no vale la pena.
Yo me doy la vuelta y vuelvo al auto.
Miro mi celular y me llaga un mensaje de Christopher.
*Chris
Me enteré que regresaste espero vernos está noche.*
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SI YO FUERA TUYO Y TU MÍA
RandomPODEMOS DEJARNOS LLEVAR Y VER QUE PUEDE PASAR, O PODEMOS SEGUIR ASÍ, OBSERVANDO LO QUE QUEREMOS PERO NO TENEMOS. Tras las vacaciones, Kiara Scott debe volver a su puesto como Conciliadora y se encuentra con que la firma de su padre en Seattle va a f...