Difícil De Matar [Hyunlix]

XI

-Hyunnie, ¿qué te pasa? Llevas todo el día perdido en tus pensamientos. - le preguntó el rubio, que se encontraba subido en el regazo de su novio.

-Nada, nada. Solo he dormido mal. - el pelinegro había pasado la noche dando vueltas en la cama, ya que, la carta anónima que recibió el día anterior no le dejó dormir. Tenía la leve sensación, de que, lo que ponía en la carta era verdad, pero no creía que su amado Felix pudiera ser un asesino, no creía que un ángel como su novio pudiese, siquiera, pensar en matar a alguien.

-¿Por qué? ¿Ha ocurrido algo? - cuestionó Felix, posando sus manos en los cachetes del mayor, para que lo viera a los ojos, unos ojos en los que se podía ver la preocupación que sentía el menor.

-No te preocupes, pensaba sobre la conversación que tuve ayer con mi padre. - Felix asintió en respuesta.

-¿Quieres dormir un poco ahora?

-Solo si tu duermes conmigo. - el pecoso le dió un leve empujón para que los dos se tumbaran en la cama y lo abrazó para que durmieran juntos como lo había pedido el mayor. En cuestión de segundos el mayor se quedó dormido mientras Felix le hacía caricias en la cabeza.

Unas cuantas horas después Hyunjin despertó sin nadie a su lado, pero cuando se levantó de la cama encontró a Felix apoyado en la ventana con un cigarrillo en su boca. Se acercó por la espalda y lo abrazó, quitándole el cigarrillo de la boca a Felix para llevarlo a su boca y darle una calada.

-¿Has dormido bien? - preguntó Felix mientras recibía el cigarrillo y le daba una última calada, para después tirarlo por la ventana. Hyunjin asintió en respuesta.

-No sabía que fumabas.

-Me tranquiliza.

-¿Estás nervioso por algo?

-Esto de ocultar nuestra relación me pone nervioso, porque en cualquier momento nos pueden ver... - Felix suspiro antes de seguir hablando. -Tengo miedo de que nos separen. - Hyunjin le dió la vuelta a Felix, dejando su espalda apoyada contra la ventana, y beso sus labios en un suave beso con sabor a tabaco, un sabor que su labial pudo cambiar por sabor a cereza.

-Te amo, y aunque tenga que recorrer tierra y mar para verte, lo haré. Mis padres no van a separarme de ti, no lo voy a permitir.

-Pero tengo miedo de lastimarte. - dijo el rubio en un susurro.

-¿Por qué me lastimarias?

-Esque... - Felix estaba a punto de contarle todo, pero lo pensó dos veces y decidió que todavía no era el momento. - ... tengo miedo de que pierdas tu puesto como heredero de la mafia por mi culpa.

-Si tengo que renunciar a ese puesto por ti lo haré.

-Eso es justo lo que no quiero, has puesto tanto esfuerzo toda tu vida para ser el líder de la mafia, no quiero que lo pierdas por mi culpa.

-No lo perderé, y menos por tu culpa, en cuanto me convierta en el nuevo líder te voy a nombrar mi prometido, solo espera un poco. - Felix, al escuchar eso empezó a llorar.

-¿Quieres casarte conmigo? ¿Enserio?

-Si, no quiero separarme de ti nunca, eres la única persona que me ha hecho sentirme especial. - el rubio se abalanzó a los brazos del más alto y lo beso con repetidos besos.

-Te amo, enserio, te amo mucho.

La pareja aprovechó el día para estar juntos, ya que la familia del mayor había salido todo el día y llegarían a la noche.

~^☆•☆^~

Tres días habían pasado y todo seguía como siempre, con la diferencia de que Felix había hecho un nuevo amigo este se llamaba Sunoo, en realidad, no era su amigo, es difícil de explicar. Felix lo trataba como su amigo, y le decía lo "mucho que lo quería", pero en realidad, se hizo su amigo porque le daba malas vibras, y Felix siempre le hace caso a su instinto, así que decidió que descubriría la verdad sobre ese chico. En cambio, Sunoo se acercó a Felix por orden de aquel sujeto, tenía que sacarle información a Felix. En conclusión, quien antes descubra el secreto del otro ganaba, y todo eso lo ocultaban con una sonrisa. Ninguno de los dos sabían las intenciones del otro.

-El helado de chocolate es mejor

-Que dices, el de vainilla es mejor.

-Como puede gustarte el sabor a vainilla, sabe a piedras meadas por perros, no te entiendo Felix.

-Ni yo a ti, el chocolate es muy amargo, y yo amo el café, pero el amargo del chocolate no lo soporto.

-Vete al médico, tienes que checarte el paladar. Por cierto, mientras pasaba por la cocina escuche que Hyunjin ha retomado su costumbre de acostarse con mujeres, quién lo diría, todos en la casa estábamos emocionados por que llevaba una racha de dos meses. - y eso era cierto, cuando Felix mantenía relaciones sexuales su voz se volvia muy aguda, tanto, que incluso se podia confundir con la voz de una mujer. Pero, Sunoo, se lo dijo a Felix para crear problemas en la pareja, eso también formaba parte de su trabajo, hacer que la bonita pareja se pelee.

-Que pena, yo llevaba la cuenta, supongo que tendré que empezar de nuevo. - dijo bromeando, los dos rieron y continuaron con otro tema de conversación hasta que cada uno se fue a su habitación cuando cayó la noche, bueno... Felix no se fue a la suya.

-Hyunnie, ¿estás despierto? - pregunto cerrando la puerta de la habitación del mencionado.

-Mmhm - se escuchó salir de la boca de Hyunjin que estaba apoyada en la almohada de su cama, mientras, asentía con la cabeza. Felix se tiró encima de Hyunjin y lo abrazó, atrayéndolo para darle un casto beso.

-Sabes, estaba hablando con Sunoo, el chofer, y me dijo que había rumores sobre que anoche te acostaste con una mujer.

-Bebe, amo la dualidad de tu voz.

-Y yo te amo a ti.

-Si me lo permites, me gustaría volver a escuchar tu voz como anoche. - dijo Hyunjin mientras daba la vuelta y colocaba a Felix debajo suyo.

-Te lo permito, hoy, mañana, y todo lo que me queda de vida. - dijo eso, sabiendo que, probablemente, su vida no duraría mucho.

/Lamento mucho la espera, he tenido una semana muy ajetreada, he estado con dolor de cabeza (he faltado a clases y he tenido que recuperar) y me han hecho una biopsia, por lo que, mi tiempo ha desaparecido sin darme cuenta.

Si hay alguna falta de ortografía decidme, por favor.