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Harry podía sentir como la ira comenzaba a brotar en su pecho, subía quemando su garganta, dispuesto a dejar salir toda la ira que sentía por Draco Malfoy, la princesa de Slytherin, una sangre pura de pies a cabeza...
Soltó el aire que estaba reteniendo y alzó su mirada hasta dar con la mirada perlada de la rubia

—Vete a un maldito prostíbulo, Malfoy –habló con enojo– ¿No tienes ningún pene que ir a chupar que vienes a joder aquí?

La rubia Slytherin sonrió triunfante al conseguir lo que quería; molestar a Potter. Acomodó uno de sus mechones rubios detrás de su oreja, para luego observar sus uñas pintadas de color negro y alzó la mirada. Comenzó a avanzar hacia el Gryffindor, quien retrocedía a cada paso dado por la rubia serpiente, pronto quedó atrapado entre una mesa y Malfoy...

Draco relamió sus labios de color cereza, para acercarse y tomar la corbata roja y dorado entre sus finos dedos en tirar de ella, dejando labios de Potter a escasos centímetros de los suyos, levantó su pierna derecha y apoyó su rodilla en la mesa, debido a eso, su falda color esmeralda se alzó y Harry definitivamente no se centró en la tersa piel de su enemiga, quien agitó sus pestañas de manera rápida mientras aun mantenía su sonrisa, la cual cruzaba su rostro

—¿Por qué la pregunta, Potty? –consultó la rubia con coquetería inyectada en su voz– ¿Acaso San Potter quiere que le haga una mamada? –dijo con burla, pero aun manteniendo su tono coqueto en su voz– mmm, no eres mi tipo de hombre, pero supongo que intentaras hacer un mejor esfuerzo que el que hicieron los gemelos Weasley cuando les hice una mamada hace 2 años~ –dijo lo último solo para provocar aun más a Potter–

Harry estaba entre nervioso, molesto y malditamente excitado

¿¡Por qué mierda Malfoy era tan caliente!?

La rubia rió suavemente antes de soltar al león y dirigirse hacia la puerta del salón, acompañada de su típico movimiento de caderas, provocando que su falda ondeara al rededor de sus muslos rellenos. Sin voltear, simplemente salio de aquel salón en desuso, dejando a Harry con sentimientos encontrados por su culpa

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Harry se removía en su cama inconforme. Fruncía su ceño y sus mejillas enrojecían, sintió un tirón en su entrepierna y siceó al oír una voz demasiado conocida para él

—Oh, vamos Potty~ -dijo Draco, acariciando el pene del azabache– ¿Acaso no lo quieres? ¿No quieres venir y follarme hasta el cansancio? –dijo la rubia con un bonito puchero en sus labios rosados– ¿Oh acaso el valiente león tiene miedo y se acobardara?

En ese momento, Harry vio como la rubia comenzaba a quitarse la blusa, dejando expuestos sus senos que eran sujetados por un de sostén de color negro, creando un hermoso contraste con su piel lechosa. Harry se percató que el tamaño de los senos de su enemiga eran casi del tamaño de los de una mujer adulta...

¿Qué tan grandes serian en 5 años?

La rubia comenzó a acariciar sus senos bajo la atenta mirada de Harry

>Harry< se escuchó por todos lados >Harry< aún más alto

Bajo la mirada hasta la Slytherin y, para su horror, su rostro y cabello se transformaban en las facciones y el color del cabello de Ron

The Slytherin PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora