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Todos hiban a sus casas, menos estos siete jóvenes, Paul, Cris, Rosario, Shirley, Damián, Vladimir y Miguel. Querían conocerce más así que cada uno pidió permiso a sus padres para ir al centro comercial y poder platicar sobre ellos.
- ¿Y? ¿TE DEJARON IR POL? - Grito Miguel.
- Si, además me llamó PAUL no POL.
Miguel solo rodo los ojos y miro a Shirley por un momento.
- ¿Que miras griton? - Shirley solía ser ofensiva con las demás personas, aveces.
Y Miguel de nuevo fue a la mirada a otra persona que era Cris, se veía algo preocupado.
- ¿Entonces no puedo ir? - Nose hijo, tienes que cuidar a tu madre, y la cuidadora no trabaja hoy. - Pero... Puedo ver alguna solución - Supongo, pero bueno ya tengo que volver a trabajar, chau cuidate y me llamas cuando encuentres algún tipo de solución. - ya chao - Y su padre corto la llamada, era normal que su padre trabajara mucho.
- ¿Y? , ¿PUEDES IR? - De nuevo, gritando estaba Miguel, los nervios de Vladimir estaban ya casi al límite.
- Nose.., tengo que cuidar a mi madre porque la cuidadora no trabaja ho-
- No te preocupes por eso, yo llamo a una y esta todo solucionado - Dijo Shirley, tenía bastante dinero y casi podía hacer lo que se le daba la gana.
- ¿ENSERIO? ¡GRACIAS SHIRLEY ME SALVASTE LA VIDA!
Después de eso llamo a su padre y le dejaron ir
Paul estaba en una banca mirando como pasaba el tiempo, parecía estar en otra dimensión.
- ¡PAUL, PAUUUUL! - Decía Cris mientras pasaba la mano cerca de los ojos de Paul.
- AH, QU-QUE PASA?
- Ah, esque parecias estar en otra dimensión.
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Ya se encontraban en el centro comercial, le dieron permiso a todos.
- Vayan a comprar todos, después nos reunimos aquí -. Explicó Rosario, emocionada de que hiba a comprar cosas con Shirley de nuevo, como antes solían hacer.
