"Bendita sea mi boca"

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Mariana pankratrova.

Todos en la sala estaban en silencio, mire alrededor y pude ver en la cara de Andreina que me comprendía, pero massimo no estaba igual.

—Son sus hijos —no fue una pregunta pero igual asentí. No podía retractarme.

—Massi yo..—alzo la mano para que me callara.

—Te felicito, te quedas con el más loco.

Salió por la puerta de atrás y yo iba a seguirlo, pero al final del pasillo estaba la madre de aurora que negaba con la cabeza. No entendía hasta, que miro a dónde se había ido max.

Cuando la pelea con el policía termino hablé con massimo, pero nada funcionaba por qué el me quería de una manera que yo no le correspondía.

Subí las escales y llegué a la habitación donde había dormido la noche anterior. Iba a tocar pero preferí entrar y resolver lo que había armado.

—No quiero que vengas con más mentira, Mariana—no había entrado del todo cuando lanzo su advertencia

—Yo....

Estaba nerviosa y más si lo veía como león enjaulado. De un lado a otro con un cigarrillo en los labios.

— ¿Cuando pensabas decírmelo?— quería mentirle, pero me miró y supo la verdad en mis ojos—¡¡Maldita sea Mariana!!—le dió un golpe a la mesita de noche

Me asusté y di un salto.

— ¡¡Ya basta!!—me acerque a el—¿Para que querías que te dijera? ¿Ah? para que solo me buscarás por mis hijos

—Nuestros hijos—apunto—Solo te diré una cosa Mariana y espero que se te meta por esa cabeza—me dió una mirada que me encogió—No me vas a separar de mis hijos. Así tenga que obligarme a casarme contigo.

¿Que?.

Obligarlo a casarse... Hasta aquí se le daba su estupido ego de mierda.
me rei con ganas

—Obligarte a ti—el se cuadro de hombro— ¿No que tenías un compromiso con natashita?.

—Sí.

Que lo aceptará me enfurecía más.

— Pero así como doy quito.

—¿Que quieres decir con eso max?.

«Imbécil era lo que tenía que decirle» Se acercó a mi y puso sus manos en mi vientre «Dios mío como me ponía que supiera que eran sus hijos».

—Que así como te di mis hijos así mismo puedo tomarlos—acercó su boca a la mia y comenzó a besarla como si fuera su comida favorita.

—No sabes cómo me pone saber que son mis hijos.

Susurro en mis labios y quise decirle que éramos dos, pero no quería incharle más el ego.

—Pues demuéstrame entonces la manera en que lo procreamos.

Se los juro que luche, pero mis ganas estaban hasta el cielo, con tener a este hombre en mis piernas.
Reapatia besos por todo mi cuello, mientras sus manos metía en mis pantis..

—Siempre supe que eran mis hijos— gemi, agarre su rostro y hice que me mirara.

—No me casare contigo—el me miró enojado y quiso dar un paso atrás y lo detuve—Tu de aquí no te vas sin follarme.

No le di tiempo a renegar ya que lo atraje a mi boca.
Era cierto lo que decía, nunca me casaría con alguien a qué no me amara y pasará página. Si, me equivoqué¿Pero si amas a alguien no lo perdonas?

—Te has vuelto muy sucia por esa boca—musito cerca de mis labios.

—Pues callame.

Me agache solté su correa, trato de levantarme, pero me negué. Saque lo que más me apetecía que era comerme eso tan delicioso que tenía en la bragueta... Saque mi lengua y la pasé por todo su aro. Amaba su esencia y ansiaba cada gota de su semen en mi boca.

—¿Te gusta?— pregunté pero solo apretó mi cabello a qué continuará— ¿Te hice una pregunta?

Me miró volvió hacer lo mismo, en su boca hacia una mueca en forma de O.

—Sí.

Casi no lo escuché, pero me basto. g
Gateé solo con mis rodillas y con su miembro aún en mi boca y lo lleve a la orilla de la cama. Después de seguir deleitando me con su pene, lo empuje y me puse de ahorcadas encima de el

—De castigo por capullo, hoy no duermes

El me miró y pude ver cómo tragaba saliva.

—Eres mi puta perdición—musito.

—Y tú la mía.

Tuvimos un sexo salvaje alocado lleno de morbo pasión y mucho amor.

Podria dejarlo, pero jamás sentiría lo que maximiliano me hacía sentir, era mi adición y mi deseo más perverso que hubiera tenido en toda mi vida y juraba que me saldría caro. Por qué no tenía certeza de no salir herida en todo esto.

Aunque rezará para que no me hiera tanto.

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora