Marco:
6:50 a.m., mi alarma suena llenando de sonido la habitación, me cuesta abrir los ojos y despegar mi cuerpo de la cama, cuando logro abrir los ojos miro al rededor de mi habitación, veo los posters de vóleibol, el color beige de las paredes, el ventanal con el balcón detrás, y la pantalla de brillando de mi teléfono, pasan unos segundos para que reaccione y me levanto de la cama, me pongo mi uniforme, salgo de mi habitación y me voy al baño para arreglarme antes de irme a la escuela.
Mientras me peino puedo escuchar a mi mamá haciendo el desayuno, y la tele encendida en el canal nacional con el programa matutino. Termino de arreglarme, veo mi teléfono y ya son las 7:10, al salir escucho la voz de mi mamá pidiendo que me apure para poder tomar desayuno. Bajo las escaleras, me siento a la mesa junto a mi mamá y escucho la voz del presentador del programa, al parecer, están regalando un premio millonario... otra vez.
─¿Dónde esta mi papá?─ le pregunto a mi mama mientras ella le da un sorbo a su café
─se fue temprano─ me contesta ─ayer no paraba de reclamar sobre tu pregunta...─
Ayer en la tarde hice una pregunta: "y si a mi me gustaran los chicos?", algo bastante simple que provocó el rechazo total de mi papá "si ese fuera el caso, entonces yo ya no tendría hijo, a ti te deben gustas las mujeres, no te vuelvas uno de esos enfermos".
─no es mi culpa que mi papá sea un homofóbico...─ replico
─apúrate o vas a llegar tarde a la escuela- me contesta evitando el tema. Mi mamá odia las peleas, las evita a toda costa y siempre hace lo que dice mi papá justamente porque no quiere que él se enoje. termino de comer, me levanto de la mesa y me despido de mi mamá ─adiós mamá─ le digo dejándole un beso en la mejilla mientras ella ve la televisión.
Mientras camino escucho música para que el camino no sea tan largo, me dirijo a la parada del autobús. Cuando estoy esperando a que llegue el autobús, miro hacia el otro lado de la calle, y un chico que va caminando llama mi atención; tiene el pelo enrulado, teñido de un color celeste pastel, tiene una tes muy pálida, es delgado, desde lo que puedo distinguir tiene una estatura promedio, parece que va a la escuela pero no reconozco bien el uniforme, lleva un pantalón gris junto a una sudadera negra, lleva zapatos negros, no puedo seguir describiendo mentalmente al chico porque esta cruzando la calle junto hacia mi. Algo en ese chico me resulta muy familiar, pero no logro recordar de donde lo conozco.
El chico se queda parado mientras ve si es que viene el vehículo que supongo esta esperando ─oye─ me dice, pauso mi música al percatarme que me habla a mí ─tienes una hoja en la cabeza─ me dice riéndose.
─espera, ¿en serio?─
─si, espera ¿puedo...?─ me pregunta levantando un poco su mano ─si, si─ le contesto. El chico pasa su mano por mi cabello y me quita la hoja que tenía ─listo─ dice sonriendo, mostrando que en sus dientes trae unos frenos de color celeste ─gracias─ le contesto devolviendo la sonrisa. El chico se da vuelta, con apuro se acerca a la calle y hace parar un taxi, me mira y se despide un una sonrisa mientras mueve la mano, se sube al auto y el taxi se va, miro la hora: 7.40 a.m., el autobús llega puntual como siempre, se abren las puertas, subo y me siento junto a la venta para fijar mi vista hacia afuera mientras vuelvo a reproducir mi playlist esperando para llegar a la escuela.
7:55 a.m. llego a la escuela donde ya me estaban esperando mis amigos: Damián y Eleazar
─es increíble lo puntual que eres─ reclamó Eleazar, que tiene la costumbre de llegar tarde a todo
─que tu seas impuntual para todo no significa que todos lo sean─ le replica Damián
─después de lo de anoche, pensé que por una vez llegaría tarde─
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Drogados
RomanceSi tu mundo entero estuviera regido por una ley, ¿la romperías por alguien, la romperías por esa persona que te hace sentir como si estuvieras drogado? Talvez Marco lo haga por esa persona nueva en el aula, esa que se sentó a su lado luego de llamar...