El Mundo cambio el día que apareció un extraño virus en Ankara , volviendo a las personas agresivas, al punto de querer matarse unas con otras, pero después de 72 horas de contagio fallecían sin alguna causa aparentemente, al cabo de 6 meses se vuelve pandemia mundial, se le llamo el virus zombie, porque los contagiosos parecían no tener conciencia ni inteligencia, solo querían morder, matar, destruir.
Los Gobiernos combatieron al virus con cuarentena, pero ya eran muchos los contagiosos, así pasó un año, y con un mundo en crisis, china que los últimos años había fortalecido su ejército atacado a Taiwán, al mismo tiempo como si se tratara de una confabulación Corea del Norte intenta tomar por sorpresa a Corea del Sur y lo mismo hace Argentina con las Malvinas, entonces el mundo se divide en dos bandos y comienza la tercera Guerra Mundial.
El Mundo estaba inmerso en un caos por un lado la gente sufría por la falta de alimentos, medicinas y por lado el otro mucha gente moría por la guerra.
Hasta que hubo una implosión en los estadounidenses, los ciudadanos se rebelaron contra su gobierno, ese espíritu rebelde contagio a otras potencias, como Japón, Alemania y Francia.
Ambos lados sabían que usar armar nucleares seria un punto sin retorno, aun así usaron bombas químicas y biológicas, contaminando el suelo y el aire de muchos pueblos y ciudades, forzando la emigración de miles de personas, provocando una crisis humanitaria sin precedentes en la historia humana.
Llego un punto que muchos rechazaron el principio del patriotismo y se negaron a perder su vida en una guerra sin sentido, Con la falta de personal militar, Japón acudió a la robótica, comenzó una carrera armamentista, por descubrir nuevas formas de hacer la guerra.
Comenzaron a usar los robots en el campo de batalla y experimentaron con el cuerpo humano, Creando súper humanos o también llamados mutantes y cybors para la Guerra.
Entre tanto, mientras las potencias mundiales están en guerra, estalla un conflicto en Sudamérica, Bolivia y Perú se unen contra Chile, mientras Venezuela intenta invadir a Guyana, sin embargo Brasil acude en ayuda de Chile y Guyana.
Udis un soldado venezolano que cumple con su deber de defender los intereses patrióticos de su nación, ve como su ejército es superado, sin poderlo evitar, perdían la guerra en Georgetow , recuerda que había alguien que siempre quiso declararle su amor Mabel Rodríguez, pero sus inseguridades internas no lo dejaron, al verso en esa situación, sintió rabia y odio por la vida que le había tocado y en su soledad lloro de impotencia.
Los brasileños atacaron el campamento venezolano, matando a la mayoría, la resistencia fue insuficiente, se vieron superados por el enemigo, en medio del tiroteo, fue herido en el hombro derecho y salió huyendo de ese lugar.
Udis de estar a un paso de la muerte, no sentía miedo ni tristeza, sino un profundo odio y frustración, se recostó un momento entre unos arbustos y allí recordó todo lo malo de su vida, su infancia paso entre la incertidumbre del pan diario entre maltrato verbal y físico de su padre, el abuso de la escuela y todos los fracasos amorosos de su vida, sin un hijo o esposa que lo esperara en casa, sintió como su vida había sido una total pérdida de tiempo.
Se desangraba por la herida de bala, pero quedó sumergido en sus recuerdos con 19 años, tenía una profunda tristeza y rabia a la vez, porque no tuvo una existencia feliz.
—Parece que no tuviste un buen día. —Escucha la voz de un hombre.
Udis voltea y puede ver que es un anciano que, por las arrugas que carga, ronda por los noventa años. El anciano camina lento hacia él, con una expresión extraña en su cara.
Lejos de sentirse confundido por la presencia de este hombre, Udis le da una sonrisa irónica.
—Nunca lo he tenido, me tocó vivir una vida de mierda, y me tocó ver como mis compañeros fueron acribillados sin que yo pudiera hacer nada —Hace un gesto de rabia—.Como quisiera tener el poder para acabar con todos.
—Entiendo tu enojo, no es para menos. Pero, ¿Qué clase de poderes te gustaría tener?
Udis se queda callado un segundo para meditar su respuesta, en tanto el anciano se acerca más con una expresión que demuestra su malicia.
—Si fuera posible —habla al fin—. Me gustaría usar este odio que me quema como mi fuerza para aniquilar a todos.
El anciano da una sonrisa, una que demuestra que está complacido por lo que escucha.
—Es un poder peculiar, noto que tienes mucho de eso, y eso es grandioso.
—¿A qué te refieres, anciano decrépito? No estés jugando conmigo.
—¿En serio...? ¿Aún no sabes quién soy?
La sombra del anciano se entiende hasta cubrir por completo a Udis, mismo que pronto siente su cuerpo pesado incluso sus parpados. Solo alcanza a balbucear:
—¿Qué...? ¿Qué haces?
Finalmente queda inconsciente.
Pasan varias horas y Udis comienza a recobrar el conocimiento. Pestañea varias veces antes de recordar lo acontecido con el anciano, lo cual lo hizo sentarse de golpe. Observa a su alrededor algo desorientado, hasta que nota algo peculiar en su cuerpo; voltea a ver su hombro y se da cuenta de que ya no hay rastro alguna herida o dolor por la misma.
—¡Qué demonios!
Tras meditar algo confundido por algunos segundos, decide que lo mejor es moverse de donde está. Se pone de pie y camina diez metros cuando es interceptado por tres militares brasileños que hacían su rondín en esa noche. Le apuntan con su fusil al tiempo que le ordenan que se inclina con las manos arriba.
Udis los ignora y solo los observa desafiante haciendo que uno de ellos se acerque y pegue la punta del fusil en el pecho para ejercer más presión. No obstante, esta acción llena de placer a Udis, quien rápido toma el arma y la rompe como papel con sus manos; luego golpea con un puño al militar en la quijada dejándolo inconsciente.
Voltea a ver a los otros dos militares y nota que se preparan para disparar. Rápido de desplaza con una velocidad inhumana a ellos y los neutraliza de un golpe a cada uno. Ya que todo el ajetreo pasa, solo tiene una cara de sorpresa y confusión por lo que acaba de hacer.
—Eran unos inútiles —escucha de nuevo la voz del anciano por su lado, algo que lo sobresalta por un momento.
—Tú... ¿Tú quién eres?
El anciano sonríe con malicia.
—Soy alguien que quiere que explote todo tu potencial. Yo puedo ayudarte a ser lo que tú quieres ser.
Udis entrecierra los ojos un poco, como analizando las palabras del anciano.
—No entiendo nada, pero quiero cambiar este mundo de mierda.
—Que filántropo me ha salido.
—No te equivoques, quiero acabar con la religión, la política y, en especial, con la maldita guerra. Destruiré todo el sistema y haré uno donde no existe la pobreza, Ni más violencia para nadie.
—Si quieres lograrlo, necesitarás más poder —Su cara se pone seria.
—¿Cómo puedo hacerlo?
—Puedo ayudarte, si tú quieres.
—¡¿Un cambio de qué?! ¿Acaso eres el diablo? —pregunta con tono fuerte.
El anciano sonríe divertido.
—Por supuesto que no. Solo soy alguien que quiere ayudar a que lleves tu venganza. Entonces dime ¿Lo harás?
—Primero lo primero —Cierra su puño.
El anciano se aparta y mueve su cabeza a un lado, indicando que vaya.
Udis no pierde el tiempo y se va contra el ejército que ha acabado con los suyos. Cegado por la ira, empieza a matarlos disparando bolas de fuego que emergen de sus manos, no hay bala o armamento que logre tocarlo.
La noticia de que cinco mil soldados brasileños han sido aniquilados en unas horas llega a Brasilia, deja una fuerte incógnita de lo que pasó esa noche. Sin embargo, esto también aumenta el resentimiento entre ambas Naciones.

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EN LLAMA
Khoa học viễn tưởngSinopsis En un mundo unido aparentemente por un sistema de gobierno mundial, un terrorista que se hace llamar Alma Muerta, un hombre sin emociones y sin remordimientos pretende acabar con el sistema. La organización anarquía y su líder se convier...