El recreo había empezado y salimos al kiosquito del cole, como siempre estábamos muertas de hambre, cuatro horas sin probar bocado no es normal.
Me pedí unas galletitas y un jugo de naranja, pagamos y después de caminar un rato ya estábamos de vuelta en la clase. Antes de llegar a la clase Juanjo apareció enfrente impidiendome el paso.
Sara me jalo del brazo para seguir con nuestro camino pero Juanjo me retuvo del otro brazo- soltala- Dijo Sara con un tono cortante-
-Necesito hablar con Celeste- tenía su vista puesta en mi.
-Ella no tiene nada que..-
-Dejalo- la corte- ya te sigo en un rato- Sara me soltó y me dió una mirada que expresaba decepción y apoyo al mismo tiempo.
-Que queres-
- Mañana me voy a Bariloche, no quiero irme estando así con vos- lo mire a los ojos y una risa burlona estaba empezando a salir de mi.
-Deja de ser tan hijo de puta Juanjo- este se sorprendió por como lo llame
-Cele porfavor déjame hablar-
-No Juanjo, primero yo voy a hablar- le dije subiendo el tono de la voz, creo que fue tanto que algunos nos regresaron a ver.
-Cele no quiero pelear y menos aquí- dijo mirando a su alrededor- mejor en la tarde vamos a la cafetería de siempre y hablamos de mejor- la tranquilidad con la que hablaba me molestaba.
Salir me parecía la mejor opción, queria insultarle, gritarle y decirle todo lo que se merece.
-Esta bien, te parece a las cuatro?- asintió y yo solamente me di la vuelta y seguí a paso rápido.
Entre y Sara me miró con enojo- es broma, no?
-Lo necesito Saru-me ignoro y cambio de tema
Estaba sentada en mi silla en medio de la clase de matemática. El profesor hablaba algo del cálculo de las derivadas, pero mi mente estaba lejos de allí. Por más que intentaba prestar atención, todas mis preocupaciones se centraban en la conversación que tendría con Juanjo, esta tarde.
Sara, que se había sentado a mi lado, notó mi ausencia mental y hablo– Por lo menos toma nota– dijo pasandome su libreta.
–Sara, no puedo concentrarme en nada. Esta tarde hablo con Juanjo y no sé si perdonarlo o terminar con todo de una vez– la angustia empezó a surgir en mi estómago.
Sara tomó mi mano de Celeste. – Cele, ya se ya que te hizo–
Suspire sabiendo que tenía razón, aunque eso no hiciera que la situación fuera más fácil de manejar.
Mí mente viajo lejos otra vez hasta que sentí el apretón de man i'mo que le hizo Sara –Cele, vos mereces a alguien que te respete y te trate bien–
– Pero el si lo hace– me removi en la silla, el tema me estaba persiguiendo mucho así que trate de dejarlo ahí.
La clase continuó, pero seguía sin poder concentrarme. Las palabras de Sara resonaban en mí mente, alimentando mis dudas y haciéndola cuestionarse aún más mí relación con Juanjo.
Finalmente, cuando la campana sonó, mí cuerpo se sintió aliviado de que la jornada escolar hubiera terminado.
En la salida del colegio Iván se acercó con una sonrisa–Cele, ¿queres venir a mi casa? Podemos ver una película o que se yo–
Dude por un momento, sabía que estar con Iván siempre me hacía sentir mejor, pero en ese momento tenía que hablar con Juanjo. –Lo siento Ivo, pero tengo unas cosas que hacer con mi mamá esta tarde–menti, luego tendríamos tiempo de hablar de todo eso.
Mentirle a Iván me dejó un mal sabor de boca. No me gustaba mentirle a las personas que quiero, pero sentía que necesitaba enfrentar la situación con Juanjo sola.
–Esta bien, me avisas cuando estés libre– se despidió y se fue.
En la puerta del cole me despedí de Sara y me dijo que tome en cuenta sus palabras.
Cuando salí del colegio tenía un hambre terrible, después de caminar muy lento camino a casa, porfin llegue, no había nadie como de costumbre.
Enseguida me cambié de ropa y me prepare unos nuggets con papas porque el apetito que había tenido había desaparecido, pero necesitaba tener algo en el estómago.
Me senté en la pequeña isla de la cocina y agarre un vaso con agua, cuando termine era las tres en punto.
Me senté en el living y prendí la tele, puse una serie y no se en que momento me quedé dormida, cuando desperté demore un momento en analizar dónde estaba, apenas reaccione ví la hora 16:15 marcaba mi teléfono, lo abrí y vi que tenía mensajes de Juanjo
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Me puse los zapatos y agarre mi bici para llegar más rápido, Juanjo podrá haberse mandado cualquiera, pero siempre voy a pensar que la impuntualidad es un falta de respeto.
Llegué al lugar y lo ví sentado ahí, se me revolvió la barriga, pero no le di tanta importancia y me acerque.
–Cele, llegaste– pronunció con los ojos brillando
–En eso quedamos, no?– Asintió y lo primero que hizo fue levantarse y ayudarme con mí silla.
–¿Que vas a pedir?– me preguntó ya estando en su lugar
–Un mocaccino y una tortita de chocolate– se levantó nuevamente y se acercó a la caja. No quería que me pagará las cosas, saque mí billetera y saque unos cuantos pesos– toma, es de lo que yo pedí– me sabía los precios porque veníamos acá la mayoría de veces
– No te preocupes Cele, yo pago está vez– el silencio llegó, un silencio medio incómodo, el quería hablar lo notaba, pero no sabía cómo.
–Bueno, me explicas o para que vine– dije lo más cortante que pude.
Normalmente nuestra relación era muy, como decirlo, ¿cercana y linda? Ambos dábamos mucho por el otro.
–Bueno....–
𖥸
Holaa!! Nuevo capp!!
Mensaje corto porque quiero subir este capítulo rápido, ¿Cómo andan? Yo bastante bien, primero perdón por la demora, como siempre, pero mi imaginación últimamente está en todos lados menos en mi, segundo ¿Cele perdonara a Juanjo? Yo digo que no, pero nosee.
