Ámame a tú Manera

Capítulo 18

Kiran Anderson

30 de septiembre de 2023

No puedo hacer nada, ella no es nada mio.

Calmate, calmate.
Respira, respira hondo.
Cuenta hasta 10, mejor 100.

Agarro la almohada de mi cama para tapar mi cara y gritar, espero que mi hijo no me haya escuchado, llamo a mi hermano y le pido que venga a mi casa, 10 minutos despues llega ya que vivimos en la misma residencia, cuando llega me ve adormilado pero preocupado.

-¿Qué paso?

-Quedate con Stefan en lo que regreso.

-¿Qué, por que?

-Porque me estoy muriendo de celos al pensar que mi muñeca esta rodeado de hombres en un bar, ire por ella.

-Pero tú estas loco o que, me asustaste al llamarme a esta hora, ya es casi las dos de la mañana, Kiran. No iras a ningun lado.

-Aunque me tenga que arrastrar ire, así que quedate con mi hijo.

El no sigue discutiendo y le avisa a mis guardaespaldas que saldremos, me da una mirada de reprobación cuando subo al carro, llegamos al antro al que dijo mi secretaria que irian, se que hizo como que hablaba por llamada cuando vio que salia de mi oficina, hablo fuerte y claro que iria con Estefanía y que le presentario hombres.

-Quiero que vayan ahí y busquen a Estefanía, la chica de piel trigueña que ha venido aquí conmigo a veces.

-Esta bien señor, ¿quiere que la saquemos?

-Y a su amiga tambien, diles a los del otro carro que la lleven sana y salva para la residencia en lo que nosotros llevamos a Estefanía, quiero que una vaya en video llamada para ver todo lo que pasa.

Solo asienten y llaman a mi celular, no tienen problema en entrar pero si en encontrarlas, aprieto los dientes al verla bailando entre dos chicos de su edad.

-Sáquenla de ahí, ahora!!!

Cinco minutos despues salen con mi muñeca y su amiga, ambas vienen peleando con mis hombres, los golpean e intentan soltarse, en este momento odio estar postrado en una silla de ruedas y no poder ir por mi mismo por esa muñequita que me trae loco, tengo ganas de azotarle ese bonito trasero que tiene por andar dejando que otro la toque.

Río un poco cuando veo cómo mi guardaespaldas la trae arrastras y ella le pega en la cara con tal de que la suelte, dejo de reír cuando están por abrir la puerta del carro en donde estoy, ella se queda inmóvil cuando me ve al igual que su amiga, Mila se rie mientras se tambalea y se deja llevar al otro auto.

-Suba.

Ella siguen inmóvil, con sus ojos muy abiertos.

-Ayúdela a subir y vamos a dejarlas.

-Si señor.

La suben con delicadeza ya que ahora no pelea, se sienta enfrente de mi aún con los ojos bien abiertos, por cómo se mueve de un lado a otro se que está un poco borracha.

-¿Cuánto bebiste, muñeca?

Ella se inclina un poco y estira uno de sus brazo, con su dedo toca mi pecho y abre aún más sus ojos si es posible.

-Si está aquí.

La tomó de su brazo y la jalo hacía mi.

-Si, aquí estoy y te daré unos buenos azotes en ese bonito trasero que tienes.

-¿No debería estar con la barbie que abrazaba hace unos días en su oficina y que llevo a Stefan ayer a la empresa?

Sonrío divertido.