-¡Roy! - gritó Lima desde su habitación.
Bajé corriendo para ver lo que necesitaba.
-Dime Lima.
-Ya hemos cargado todo en el carruaje y estamos más que listos para llegar a nuestro destino ¿Qué falta por hacer?
-Bueno... El otro día cuando Ares se fue vino un cuervo a entregarme un mensaje, decía que esperásemos a un dios de mi panteón para ser guiados... Pero han pasado cuatro días y no hay ni pista de nadie.
-Me estoy empezando a cansar de estar aquí encerrados...
-¿Por qué no vas con Ernesto a comprar algo de comer? Dos días más y Junior será lo único que tengamos para que Eric no os coma.
Al decir eso escuché el inconfundible sonido de las patitas de un gato corriendo para esconderse.
-¿No puedo ir con Eric? Es que me cuesta relacionarme con Ernesto...
-A lo primero: no, no puedes ir con el mismo licántropo que asustó a los guardias nada más verlos y recuerda que aún tiene problemas de confianza, aún no está preparado... En cuanto a lo segundo que has dicho... no lo entiendo, Ernesto es un amor.
-Ya sé que Ernesto es supermajo y muy amigable, pero me pasa algo extraño cuando estoy cerca de él, es como si mis alas aletean sin querer, me trabo al hablar y me pongo muy nerviosa.
-¿Ajá? Y... ¿Dónde está el problema?
-En que no entiendo el porqué de eso... ¿Seré alérgica a los humanos?
Agarré su brazo derecho mientras la miraba fijamente.
-¿Conmigo no te pasa? Qué raro ¿No?
-Tú no eres humano Roy.
-¿Cómo qué no? Por muy poderoso que sea no podemos olvidar que soy un semidiós mitad humano mitad dios, en teoría soy también mortal.
-Viéndolo así... Bueno no me líes ¿Qué necesitas?
-Si pudieses comprar algo de carne sería perfecto.
Lima encendió su smartwatch y comenzó a mirar donde comprar algo de carne.
-Dos noticias, hay una carnicería muy cerca, eso es una... la otra no sé si te va a gustar.
-Lima, hasta hace un segundo ni me acordaba que teníamos los aparatos estos, ya vengo sorprendido de serie.
-Nos estamos quedando sin fondos.
-¡¿Qué?! Pero si salimos con la cartera bien llena.
-De hecho, no, recuerda que compramos el barco, las provisiones y otra cama para Ernesto.
Encendí mi smartwatch y miré la cuenta, la cifra por muy poco superaba las tres cifras.
-Bueno, al menos hay lo suficiente.
-Roy, aquí en Yggdrasil las cosas son más caras que en aquel puerto, con esto solo tenemos para sobrevivir dos días.
Di un pequeño suspiro y me paré a pensar en cómo solucionar la crisis monetaria.
-Vale, hagamos una cosa, id vosotros a compra lo que podáis y yo iré a hacer una misión.
-¡¿Tú solo?! ¡Ni hablar!
-Lima... no me subestimes.
-Y no lo hago, lo que me da miedo es que destruyas Yggdrasil entero o hagas cabrear a un ejército de algo.
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Desterrados: Los misterios de Asgard
General FictionTras su viaje por tierra desde Neo Asgard, Roy cambia su medio se transporte y se enbarca en una nueva aventura por el mar ¿Llegará a Yggdrasil?