Cap. (11): El campamento

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-¡Roy! - gritó Lima desde su habitación.

Bajé corriendo para ver lo que necesitaba.

-Dime Lima.

-Ya hemos cargado todo en el carruaje y estamos más que listos para llegar a nuestro destino ¿Qué falta por hacer?

-Bueno... El otro día cuando Ares se fue vino un cuervo a entregarme un mensaje, decía que esperásemos a un dios de mi panteón para ser guiados... Pero han pasado cuatro días y no hay ni pista de nadie.

-Me estoy empezando a cansar de estar aquí encerrados...

-¿Por qué no vas con Ernesto a comprar algo de comer? Dos días más y Junior será lo único que tengamos para que Eric no os coma.

Al decir eso escuché el inconfundible sonido de las patitas de un gato corriendo para esconderse.

-¿No puedo ir con Eric? Es que me cuesta relacionarme con Ernesto...

-A lo primero: no, no puedes ir con el mismo licántropo que asustó a los guardias nada más verlos y recuerda que aún tiene problemas de confianza, aún no está preparado... En cuanto a lo segundo que has dicho... no lo entiendo, Ernesto es un amor.

-Ya sé que Ernesto es supermajo y muy amigable, pero me pasa algo extraño cuando estoy cerca de él, es como si mis alas aletean sin querer, me trabo al hablar y me pongo muy nerviosa.

-¿Ajá? Y... ¿Dónde está el problema?

-En que no entiendo el porqué de eso... ¿Seré alérgica a los humanos?

Agarré su brazo derecho mientras la miraba fijamente.

-¿Conmigo no te pasa? Qué raro ¿No?

-Tú no eres humano Roy.

-¿Cómo qué no? Por muy poderoso que sea no podemos olvidar que soy un semidiós mitad humano mitad dios, en teoría soy también mortal.

-Viéndolo así... Bueno no me líes ¿Qué necesitas?

-Si pudieses comprar algo de carne sería perfecto.

Lima encendió su smartwatch y comenzó a mirar donde comprar algo de carne.

-Dos noticias, hay una carnicería muy cerca, eso es una... la otra no sé si te va a gustar.

-Lima, hasta hace un segundo ni me acordaba que teníamos los aparatos estos, ya vengo sorprendido de serie.

-Nos estamos quedando sin fondos.

-¡¿Qué?! Pero si salimos con la cartera bien llena.

-De hecho, no, recuerda que compramos el barco, las provisiones y otra cama para Ernesto.

Encendí mi smartwatch y miré la cuenta, la cifra por muy poco superaba las tres cifras.

-Bueno, al menos hay lo suficiente.

-Roy, aquí en Yggdrasil las cosas son más caras que en aquel puerto, con esto solo tenemos para sobrevivir dos días.

Di un pequeño suspiro y me paré a pensar en cómo solucionar la crisis monetaria.

-Vale, hagamos una cosa, id vosotros a compra lo que podáis y yo iré a hacer una misión.

-¡¿Tú solo?! ¡Ni hablar!

-Lima... no me subestimes.

-Y no lo hago, lo que me da miedo es que destruyas Yggdrasil entero o hagas cabrear a un ejército de algo.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2023 ⏰

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Desterrados: Los misterios de AsgardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora