🦋 Capítulo 1🦋

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Todo era un caos en la comisaría de esa gran ciudad, conocida por sus grandes robos, sus asesinatos, sus mafias, etc...
Aquel día, las personas de Los Santos se gritaban, se empujaban e incluso se pegaban mientras que los pocos policías que había disponibles intentaban por todos los medios calmar el ambiente, lo cual no daba resultados.
En mitad de la multitud se encontraban dos muchachos que no pasaban desapercibidos, ya que uno de ellos llevaba una chaqueta de un color rojo chillón, que la acompañaba con una gorra estilo militar, una preda que ocultaba su pelo recién teñido de rubio, pero dejaba a la vista un par de ojos grises junto a cara que parecía delicada, con un bigote bien cuidado. Su acompañante dejaba a la vista una despampanante cresta de un color blanco, lo que resaltaba también de él, es que tuviera unos preciosos ojos con heterocromia, el derecho era de color marrón clarito y el izquierdo era de un color azulado, su ropa consistía en una chaqueta blanca como la cresta que combinaban con los pantalones ajustados negros.
Ambos se encontraban en aquella sala de espera solo porque querían denunciar, hacia ya una hora que les habían robado todas sus pertenencias y les habían amenazado con volver a por ellos.
A pesar de su esfuerzo de intentar llamar la atención de un policía, ambos tenían claro que no iban a llegar muy lejos, por qué solo uno podía hablar y gritar para que les atendieran.
Al poco rato toda la sala quedó en absoluto silencio cuando una de las puertas se abrió con brusquedad, dejando a la vista a dos policías, uno de ellos vestía con una camisa blanca de botones, que resaltaba sus dos pistoleras de color negro, igual a la corbata que rodeaba su cuello y a sus famosas gafas de sol que ocultaban su cara seria y molesta. A su lado destacaba un hombre de dos metros de altura con una pequeña cabeza, su pelo blanco bien peinado y su cara también estaba sería, él vestía parecido al hombre de las gafas pero cambiando el color de la camisa a uno azul oscuro. Ambos agentes caminaban hacia el interior de aquella sala y dejaban en claro que eran los que mandaban en esa comisaría.

— ¡Por que mi comisaría parece un puto gallinero!

El hombre de las gafas caminaba a paso firme a través de la gente mientras hablaba alto y claro para todo el mundo.

— ¡No quiero que me montéis un puto circo en mi maldita comisaría! Al que le hayan golpeado o simplemente tenga quejas quedarán los últimos para ser atendidos, a los de los robos, amenazas o que se sientan acosados irán antes. Todos seran atendidos así que dejad de hacer el gilipollas u os reviento a golpes - Sigue hablando molesto mientras sale de la sala por una puerta azul que lleva, a las escaleras que conducen a su despacho. Al mismo tiempo el de la camisa azul se quedaba en recepción intentando ayudar a los policías de más bajo rango a formular una buena denuncia.

Después de que pasará una hora, los muchachos de cresta y gorra militar terminaron siendo los únicos en la comisaría, para terminar más pronto el policía de alto rango decidió acercarse para formular su denuncia rápidamente.

— Bien, señores, ¿cual es el problema que han tenido? — Preguntaría seriamente el comisario de la ciudad, bastante cansado al mismo tiempo sacaba la libreta para volver a apuntar los datos correspondientes.

— Buenas tardes agente, queríamos poner una denuncia ya que nos han robado y después de eso nos amenazaron por Twitter —Contestaría el muchacho de chaqueta roja, mientras que el chico de la cresta se limitaría a observar asintiendo a lo que dice su hermano.

- De acuerdo, entonces revisaremos su caso más de cerca... - El Comisario los miraría detalladamente pero seguiría hablando sin problema - Nos reuniremos con el super intendente en su despacho, por favor síganme - comenzaría a caminar por la misma puerta por donde hacia un tiempo atrás se habría ido el hombre de las gafas de sol.

— Me parece bien, vamos Horacio — Hablaba Gustabo para su hermano que simplemente asentía y seguía sus pasos.

En menos de 5 minutos los tres se adentraron en el despacho, justo después de que el comisario Volkov tocará a la puerta.

Sin Palabras ( En Corrección )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora