Red Silence - ScarletWidow

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Natasha's pov.

El aire chocando con mi rostro me hace tener una perspectiva diferente de la vida, es una sensación que te da vida, y las fuerzas suficientes para hacer algo como lo que yo iré a hacer.

Pedir perdón.

Salí de la base esta vez subida en una moto, no veo la necesidad de ir en auto.

Conduje unos minutos hasta llegar en frente del edificio donde viven Wanda y Gamora, estacione la moto en frente, baje con el casco en la mano y entré al edificio, cuando la puerta se estaba cerrando alguien la sostuvo, giré para saludar, por cortesía.

—seré sincera, no me agrada verte aquí— murmuró Gamora con una bolsa colgando de su mano.

—quería venir a visitar a Wanda y ver cómo está.

—¿sólo eso? Que yo sepa tiene algo más pendiente.

Veo que se enteró.

—también quiero disculparme.

Ella pareció meditarlo un momento, soltó la puerta para que se cerrara y comenzó a caminar, supongo que es alguien de pocas palabras.

La seguí y subimos hasta llegar a su piso y finalmente que ella abriera la puerta, no hay nadie en la sala, ella ingresó y dejó la bolsa sobre la mesa de la cocina.

—está en su cuarto, hay una doctora atendiéndola— murmuro sin mirarme.

Agradecí y camine hacia su cuarto, la puerta estaba abierta así que me quedé de pie en la entrada, recargada en el marco, ella seguía en cama, había una doctora sentada junto a ella diciéndole algunas cosas mientras yo esperaba pacientemente a que terminara su consulta.

—esto debería ayudarte, son más fuertes que las normales, pero generalmente no tienen ningún efecto secundario— murmuro la doctora.

—gracias, ¿no hay alguna recompensa por buen comportamiento hacia personas con ADN mutado?— bromeó Wanda. La doctora rió.

También lo hice, muy suavemente.

—claro que si, te daré una paleta— respondió sacando una de su bolsillo y entregándosela— esa también es mi tarjeta, puedes avisarme si sientes algo extraño, descubriremos que será juntas.

—lo haré, señorita Christine— murmuró leyendo la tarjeta.

No conocía su lado coqueto.

—tal vez puedas pasar al hospital, podemos hacerte algunos exámenes y saber cómo más puedo ayudarte.

—sabes que no puedo, estoy bien aquí, si siento que muero te llamaré, le daré a guardar la tarjeta a Gamora para no perderla.

—bien, debes hidratarte mucho, no lo olvides, toallas frías antes de dormir, regula tu temperatura y no te esfuerces mucho.

Wanda asintió y la doctora se levantó, tomó su maletín y se dio la vuelta para salir.

—buen día— murmuró hacia mí.

—igualmente— respondí.

Ella siguió su camino hacia la sala y se quedó charlando con gamora un momento, yo avance hasta Wanda quien se sentó en su lugar para recibirme, me detuve frente a su cama.

—hola— murmuré.

—¿cómo está?— preguntó ella.

—yo estoy bien ¿cómo sigues tú?

—mejor, la visita de la doctora creo que ayudará.

—¿no es muy mayor para ti?— pregunté sentándome a un lado de ella.