𝓽𝓸𝓭𝓸 𝓼𝒆𝓪 𝓹𝓸𝓻 𝓾𝓼𝓽𝒆𝓭... [Cloud Strife x Lectora]

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Cloud Strife al ver a su querida amiga, Tifa Lockhart, siendo secuestrada y llevada hacia el Sector 6 para ser la futura esposa de un extraño y espantoso hombre llamado "Don Corneo" se pone manos a la obra, junto a una imprevista amiga, Aerith Gainsborough.

-¡Cloud, debemos ir por ella!- Hizo un pequeño puchero para su "guardaespaldas".

-No... Ella es una niña grande... Y se puede cuidar sola...- Dijo el rubio, mientras desviaba la mirada, siendo frío y cortante. Tenía muy mala espina y concepto de ese lugar. Nunca quiso pisar las tierras del perverso mundo del Sector 6. Miraba la entrada de esa amplia ciudad y sus puntiagudos cabellos se erizaban.

-¡No, Cloud! Es tu amiga y es especial para ti, no? ¡Vamos a ayudarla!- Alentó la castaña.

-Pero.... -El ojiazul cerró sus ojos con molestia y cierta culpabilidad. No podía dejar a su querida amiga en las manos de ese espeluznante hombre.- Maldita sea, vamos por ella...

-¡Ese es el espíritu! ¡Vayamos por ella!- Exclamó emocionada Aerith, mientras agarraba a Cloud por el brazo y lo jalaba hasta la entrada del Sector 6.

Tal y como pensó Cloud, ese lugar era alocado y perverso. Luces de colores neones por las calles, plantas bajas de la ciudad donde hombres y mujeres desataban su lujuria sin temores ni restricciones. Le incomodaba el hecho de siempre recibir elogios de las chicas, o ofertas sexuales. Aerith pensaba lo mismo, pero venían centrados en una sola cosa: Encontrar a Tifa.

Luego de unos minutos de caminatas, encontraron la guarida de Don Corneo, pero fueron sacados del lugar por los guardias. Fueron advertidos, que sin 3 pases del "Trío de Don Coneo" no los dejarían pasar. Así que ambos hacen caso y buscan al primer integrante del trío: Chocobo Sam.

-¿Realmente es necesario este juego de suerte?- Refunfuñó levemente el rubio, mientras miraba a Aerith.- 

-Venga Cloud! Lo hacemos por Tifa, de seguro y ganamos!- Miraba a ambos hombres, esperando reacción de alguno, más Cloud ni Chocobo Sam hicieron algo.- Anda~ Cloud, escoge algo!

Volteó con una mirada cansada y aburrida hacía Aerith. El guerrero tragó saliva y habló.

-Bien... Escogeré sello.- Levantó levemente la mandíbula mientras veía con mucha atención la moneda en las manos del señor Chocobo Sam.

La moneda giró y cayó en la mano del hombre, y al mostrar el resultado, salió cara. Aerith suspiró junto a Cloud, con desilusión. 

-Qué lastima... Bueno, sigan con su búsqueda de pases, no cuenten más conmigo.- Les lanzó la moneda y entró en su cabaña. Pero revisando bien el objeto se dieron cuenta que la moneda fue modificada a cara. Ambos lados darían el mismo resultado. 

-Lo supuse...- Guardó la moneda en su bolsillo y solo exhaló fuertemente, algo irritado.

-¡Ey! ¡Eso es hacer trampa! ¡No es justo!- El ceño de la castaña se frunció y presionó sus puños, mientras gritaba levemente fuerte hacía la puerta de madera cerrada.

-Aerith, vámonos. Podemos usar esto como pase...- Jaló levemente a Aerith del brazo para ir a la siguiente ubicación. A pesar de que Aerith siguiera en su pequeño berrinche.

La siguiente parada era el local de masajes de Madame M. Cloud y Aerith pasaron, no sin antes ver un escándalo. Una joven de cabellos ____ empujaba como podía a un pelirrojo, era Johnny.

-¡P-Por favor! ¡Por órdenes de la dueña pide que se...! ¡R-Retire!- Con sus manos empujaba la espalda del alto chico, quien se negaba a salir. Cloud y Aerith se acercaron.

-Johnny, sal del local. Ahora.- Habló autoritario el rubio, mientras separaba con delicadeza a ambas personas. Ese hombre de cabellos rojos salió del lugar luego de que ese fuerte y guapo chico se lo pidiera.

Cloud y Aerith miraron a la chica, quien estaba agradecida con ambos, o bueno, en especial al rubio que intervino.

-Muchas gracias por venir. Espero y les pueda ayudar en lo que necesiten ¿Desearían algún masaje?- Preguntó amablemente la señorita, con una sutil sonrisa en sus labios.