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Una vez más....- suspiro Milo quien se limitaba a ver la onceava casa repitiendo esas palabras.

Quién diría que volviste a tu depresión de siempre, pensar que todos admiran al escorpión que nunca se deja caer. - Shaka apareció con tal de ver como se encontraba puesto que no hace mucho Camus falleció en batalla y aunque quisiera negarlo le afecto bastante.

Vienes a darme sermones? - A Milo le disgustaba que Shaka siempre hiciera lo mismo, veía la casa como forma de consuelo y bam aparecía Shaka a decirle que lo dejara ir.

Es necesario que lo haga? - Shaka planeaba hacer que lo olvidara porque el sabía lo que Milo hacía en las noches, se escapaba del santuario por una qué otra cosa y pasaba a llorar en desesperación por  Camus, pero el intuía de que si no hacía algo el Milo qué conocían va a desaparecer.

Haz lo que quieras, yo ya me voy - entro a su casa en dirección al dormitorio, estaba muy cansado de todo, con Camus el mundo valía la pena pero ahora que el no estaba... Ya no tenía una razón para continuar allí.

Vas a dormir otra vez? - Aunque el rubio lo negara le entristecía ver así a su compañero.

La respuesta que recibió fue el sonido de la puerta cerrarse, Shaka se retiró.

Milo decidió ir al bosque a despejar su mente, nadie sabía que estaba decaído más que Shaka.

Ya estando dentro del bosque empezó a escuchar una dulce melodía qué fluía cerca del río, Milo nunca olvidaría ese bello violín que estuvo en la casa de acuario junto algunas composiciones del dueño, sin pensarlo 2 veces corrió en dirección, resbaló cerca de unas rocas sintió un dolor intenso en la nuca pero aún así siguió hasta que llegó al lugar, más no había nadie y el sonido cesó, Milo se recargo en un árbol por el cansancio hasta que sin darse cuenta se quedó dormido, pero despertó al escuchar unos sollozos.

Despierta - Imploraba la voz de alguien que conocía muy bien pero simplemente no abriría los ojos para corroborar quien por temor a que se esfumara como aquel día...

El fatídico 12 de febrero del 2008, una batalla se desencadenó, no era lo suficiente riesgosa para que todo el santuario se ocupara de ella pero enviaron a únicamente 3 dorados, Milo, Camus y Shaka, los 3 estaban desplazandose para abarcar el terreno, su objetivo era destruir el cosmo en masa que se resguardaba allí, esperando a su portador, un ser maligno y despreciable que estaba por nacer.

Lo mejor es dividirnos, ya estuve observando, yo iré por la derecha, Milo ve por la izquierda y Camus ve por el centro... - Dijo Shaka pensando ir por el camino más lleno de guerreros al igual que Milo llenado a atacar a uno de los lideres y Camus se movería por el camino que lo llevaría ante el como que ellos sentían para congelarlo evitando así que renaciera.

Me parece una buena idea. - Contesto Camus pensando en algo similar a Shaka, se despidió de Milo y comenzó su recorrido.

Cuanta prisa por dejarme solo. - dicho eso Milo salió a la batalla al igual que Shaka.

No hubo problemas en el breve rato en que estuvieron ahí, hasta que Camus llegó a la habitación, fue complicado llegar hubo muchas trampas de por medio, aunque nadie lo sabía, Camus quería saber quien era la portadora o portador de dicho cosmos y ahí la vió, un pequeña bebé con rasgos de México sonriendo en busca de brazos que la acogieran en su calor, Camus debía matarla pero a pesar de intentar ignorar la apariencia de la niña, no podía así que hizo como otro movimiento decidió drenar su como en él, sabía que era probable que el muriera a causa de no tolerar una carga bastante grande pero inició poco a poco hasta retirar todo por completo, pero ese como era de un dios quien al sentir el despegó de la alma con la que estaba en contacto intentó manipular a Camus, por lo que él se fue con la niña en brazos y de casualidad se encontró con Milo quien iba a él.

Camus, me alegro que estés bien. - Se estaba acercando a él, al fin tenía la confianza para decirle que lo amaba cosa que Camus siempre había esperado escuchar.

Milo, por favor cuídala - le entregó a la pequeña y salió corriendo mientras que Milo decidió seguirlo, por lo que llegaron con Shaka, primero llegó Camus y después de un rato Miño quien lo que encontró fue a Camus muerto.

Después de recordar parte de la historia que él conocía simplemente abrió los ojos para ver a Camus rogándole porque despertará, Milo tomó sus manos y junto sus labios con ternura, ambos caminaron cerca del río, la noche llegó y con ella miles de luciérnagas salieron al aire y ambos bailaban o charlaban sin querer alejarse el uno del otro...

No sé si se haya comprendido el final pero espero que les haya gustado este One-shot Milo x Camus, es como un lamento mío más que nada por el simple hecho de dejar de actualizar como antes era más de costumbre, espero volver a actualizar con más frecuencia, sin más que decir adiós.

Danza de luciernagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora